Cristiano amarga al Madrid la festa de la Champions

Todo el protagonismo que Cristiano Ronaldo no tuvo durante el partido de la final de la Champions del sábado ante el Liverpool, en el que el club blanco ganó su decimotercer título continental (3-1), lo ha tenido el portugués en las horas posteriores. El delantero, con un afán de protagonismo desorbitado y un ego enorme, amargó la fiesta al madridismo al insinuar que se marchaba. Sus inoportunas palabras sentaron muy mal en el club y en el vestuario, donde sus compañeros le reprocharon su actitud por lo que ayer, en la rúa para festejar el título, tuvo que dar marcha atrás y hacer una sobreactuada exhibición de amor al club, con besos al escudo incluidos.

Cristiano Ronaldo envió un mensaje distinto en la Plaza de Cibeles: “Gracias, chicos, y hasta el próximo año”. En el estadio Santiago Bernabéu, donde finalizó la rúa, con una fiesta a la que se sumó el equipo de baloncesto, que había ganado su décima Copa de Europa la semana anterior, estalló con un cántico dirigido a su estrella: un “Cristiano quédate”.

El portugués fue ovacionado cuando tomó el micrófono. Primero lo hizo Sergio Ramos, después Zinedine Zidane, luego Marcelo y finalmente el luso. “¡Qué se puede decir de esta afición que nos ha dado tanto cariño en estos partidos! Es un orgullo jugar en el club más grande del mundo”, afirmó.

Antes de llegar al Bernabéu, ya se mostró muy activo en las celebraciones. Primero en el balcón de la sede de la Comunidad de Madrid, donde dijo: “Es un momento inolvidable, hicimos historia. Estamos muy contentos y gracias. ¡Hala Madrid!”, afirmó. Continuó su redención en Cibeles y en el Bernabéu. Al portugués no se le olvidan sus problemas con Hacienda y no soporta cobrar menos que Messi. Esto explicaría, según algunas fuentes, su salida de tono.