Escoles Privades a Lleida

Sr. Director:

A medida que vamos cumpliendo años, algunos recuerdos se acumulan de forma aleatoria, a veces casi arbitrariamente. Otros, sin embargo, ocupan un lugar estable en nuestra memoria. Yo puedo recordar con total precisión el día que abrimos El Caragolet; los primeros niños, las primeras familias, las primeras maestras, las primeras risas y los primeros llantos que se oyeron en la escuela. La vida, en fin, que se abría de forma diferente para mí, para todos nosotros.

Han pasado diez años y sigo teniendo la misma ilusión por servir a la comunidad, por ayudar a las familias que depositan su confianza en nosotros para cuidar y ayudar a educar a sus hijos en la etapa más importante de su vida. Un servicio que prestamos en una empresa privada. Una empresa que necesita trabajar el doble que una empresa pública si quiere seguir existiendo. Y lo hacemos desde la base del esfuerzo permanente y continuo, de la dedicación y el entusiasmo en su grado más alto, del compromiso con todas y cada una de las familias que nos otorgan esta feliz responsabilidad sobre sus hijos. Cuando escribo estas líneas, la escuela aún permanece cerrada. En agosto volveremos abrir.

Sé con absoluta certeza que lo haremos de forma diferente, y mejor. Con nuevos protocolos de prevención, extremando la limpieza y la salud de todos. Es extraño que tengamos que volver a pensar expresamente en el concepto de la salud, pero no es nada nuevo, ni quizás debería sorprendernos. Nada hay más importante que encontrarse bien, que no enfermar. Seguro que en estos días tan duros que hemos pasado, que aún pasamos, algunos de nuestros pensamientos se han dedicado a la preocupación por nuestra salud, la de nuestros hijos y hijas, la de nuestros padres y madres y demás familia.

Será muy importante, pues, en nuestra nueva etapa, ser exigentes con el cumplimiento de todas las indicaciones que en este sentido se hagan por las autoridades sanitarias y educativas, aunque nosotros, como he escrito anteriormente, iremos más allá y extremaremos el cuidado en la forma que os indicaremos. Una empresa como la nuestra, cuyo valor más importante es el servicio singularizado, la atención personal a todos y a cada uno de nuestros alumnos, no puede sobrevivir si no lo hace mucho mejor que la empresa pública. Y ahora sabemos con total precisión qué significa esto. A partir de aquí, os ayudaremos con vuestros hijos en la persecución de los objetivos que queráis asignarnos, siempre en la búsqueda de su felicidad. Vuestra felicidad. Nuestra felicidad.