La insensibilidad del SEPE con los ERTE

SR. DIRECTOR:

Buenos días, empecemos explicando que soy una de los miles de afectadas por los ERTE a causa del Covid.

Hasta este pasado mes de julio he cobrado correctamente entre los 5 primeros días de cada mes, pero cuál fue mi sorpresa este pasado día 25 cuando me dio por mirar en la página web del SEPE y encontrarme con la desagradable sorpresa de estar de baja en el ERTE, y encima que les debo 551 euros por cobros indebidos. Automáticamente procedo al desesperante trámite de contactar con ellos a través del número telefónico habilitado a tales efectos, en el cual debes perder toda la mañana para que con un poco de suerte te contesten después de muchos intentos y de escuchar en muchas ocasiones la grabación y la musiquita interminable, ya que la oficina del SEPE en Lleida es la única en toda España que aún no está abierta al público, ni tienen intención de abrirla por lo que parece.

Me atiende una funcionaria (al parecer desde Madrid), le pregunto el motivo por el cual estoy de baja en el cobro y la deuda de 551 euros, y me comunica muy altaneramente que es por no haber pedido la reanudación después de una compatibilización con un trabajo extra de 3 horas (por el cual te descuentan todo el día del subsidio, cuando solo trabajo 3 horas como extra).

Le demuestro a dicha funcionaria que sí se solicitó la reactivación y me confirma que es verdad, que ha sido un error por su parte y que me lo subsanaran en el espacio antes del día 31 para que siga cobrando con normalidad. El día 31 miro la página web y observo que no se me ha solucionado nada. Entonces vuelvo a pasar por el calvario de contactar con ellos telefónicamente y me derivan a una funcionaria al parecer de Lleida, la cual me comunica que el programa informático no les permite regularizar mi situación aun teniendo toda la razón y que con un poco de suerte el día 1 de septiembre, con el cambio de mes, le dejará hacerlo, pero que yo no voy a cobrar como mínimo hasta el mes de octubre. Le pongo en antecedentes y le comunico que tengo una hija de 10 años y que le tengo que dar de comer cada día y pagar el alquiler, luz, teléfono, gas..., y ella con muchísima soberbia y mala educación me contesta que me comprende pero que es lo que hay y acaba colgándome el teléfono.

En resumidas cuentas, mi hija sin poder comer, el alquiler sin poder pagarlo, la luz sin poder pagarla, etc.

Así funcionan nuestras instituciones con programas informáticos que no funcionan y sin nada de corazón.

Cuando mi hija me pida la comida a ver cómo le explico que no le puedo dar comida porque un programa informático no funciona, y lo mismo cuando vengan a cobrarme todos los recibos del mes. Es incomprensible que a la ya difícil situación que nos toca pasar a miles de familias por culpa del bicho, encima tengamos que aguantar la mala gestión de nuestras instituciones y funcionarios y su poca sensibilidad. Sigamos pagando impuestos para pagar el sueldo de estos funcionarios insensibles y mal educados.