La puerta interior

Roberto Calasso

La actualidad innombrable

Anagrama, 173 p

Nos estamos cargando la aventura. Baudelaire sí era libre. El último capítulo de este libro es una suerte de homenaje al autor de Las flores del mal. En él se hace referencia a un sueño que tuvo el poeta: el colapso de una inmensa torre, un aprendiz de rascacielos… “Experimentaba un sentimiento de impotencia porque no conseguía transmitir la noticia a la gente, a las naciones. Así, debía contentarse con susurrarla a los más inteligentes.”

Calasso quiere ver en todo esto una premonición. Pues el sueño se hizo real: se trataba de dos torres, las Torres Gemelas. Sobre el contrasentido entre la frágil esperanza y la enrevesada apertura de las pesadillas versa la esencia de este libro. Sus ideas son demasiado verídicas. Reflejan nuestros miedos como un espejo ardiente que nos alcanza hasta las entrañas y no quiere dejarnos en paz. En el fondo, tal vez, ya no podemos soñar en clave como Baudelaire. ¿Dónde está nuestra puerta interior? Probablemente en una ciudad lejana. Se acabó el viaje. Transfiguración del lugar. Ya solo nos queda la blandura diferente del Monumento a las Nereidas. Ese monumento solo tiene sentido si se lo relaciona con Europa. Europa, todavía territorio de esperanza.

Por un lado, Goebbels o Himmler; y por el otro, Jünger, Simone Weil, Walter Benjamin o Céline. La Historia se repite. Acaso no podemos salir en busca de una puerta lejana que dé sentido a nuestra angustia. Más bien, hemos de tragarnos esa angustia. Ser turistas de la nada. Calasso sabe bien de qué escribe. No ha estudiado a Kafka y a los dioses en vano. Ya se trate de la “era de la inconsistencia”, de la “era de la sociedad experimental”, de la llegada del terrorismo de la casualidad, del rebrote universal del sacrificio, de la ceguera de la sociedad secular, el caso es que, cada vez más, las jóvenes generaciones verán cercenadas sus capacidades imaginativas. Una religión sin divinidad, unos juegos sin auténtica recompensa, un amor automático pero vacío… Vivimos en el enigmático siglo XXI, nos vamos quedando adormilados mientras Calasso disfruta de su creatividad en guardia. En este libro que nos ocupa, nuestro escritor hace uso de su trayectoria de muchos años y escancia un análisis brillantísimo sobre nosotros. Nos estamos acostumbrando a no cuestionarnos en lo más cercano.

Nos estamos cargando la aventura. Hasta nos estamos cargando el fútbol. Pero tal vez no, tal vez es otro prisma… Algo que no conocíamos. Que nos alerta sobre algo. Algo muy concreto cada vez más chillón. Una nueva moralidad, ¿una nueva moralidad tal vez?

Dice el poeta: