CRÍTICA
Quien quiera bailar que se una al baile
Lucia Berlin
Una noche en el paraíso
Alfaguara, 282 pàgines
Huelga decir que Lucia Berlin (Alaska, 1936- Los Ángeles, 2004) cautivó a la crítica, al ámbito editorial y a todo tipo de lector con su Manual para mujeres de la limpieza. Unos relatos vibrantes, cercanos y frescos, publicados a título póstumo y tras muchos años de olvido, irrumpieron entre nosotros en 2015 y rescataron a Berlin del pozo del silencio. La crítica se alzó en un elogio grandilocuente e incluso se escucharon voces entusiastas que equipararon a Berlin con Charles Bukowski o Raymond Carver.
Los veintidós relatos incluidos ahora en Una noche en el paraíso emergen, una vez más, de las cenizas y conmocionan al lector con su carga de realidad descarnada. La singular capacidad de la escritora norteamericana para representar la belleza y el dolor de lo cotidiano, su honestidad y la abrumadora melancolía que destilan sus historias, consiguen remover conciencias y proporcionar un salvoconducto para aquellos que se mueven en el filo de lo socialmente incorrecto.
No en vano, el libro se inicia con un prólogo de sincera mirada elaborado por uno de los hijos de Berlin, quien no escatima detalles sobre el universo de asfixia en el que se vio sumida su madre debido a sus múltiples adicciones. A pesar de ello, el mayor de los hijos de la escritora hace hincapié en la vitalidad contagiosa de su madre y en la lección de vida que transmitió a sus hijos: “En la familia –confiesa– todos aprendimos a bailar en la playa, en los museos, en restaurantes y clubes como si fuéramos los dueños del lugar. (…) Si intentara contar las peripecias de Lucia pasaría por realismo mágico”. Y, a decir verdad, esa sería seguramente una buena forma de entender la vida y la escritura de nuestra narradora: una experiencia vital azarosa, un tejido emocional autobiográfico, una incisiva denuncia con tintes hilarantes sobre la sociedad norteamericana donde irrumpe con fuerza la fractura contra el canon opresor hacia las mujeres. Por el camino contemplamos, de manera implacable y lúcida, la caída del amor romántico o de todo atisbo de vida conyugal ejemplar. Berlin rompe el estereotipo de la mujer de anuncio de los años sesenta y desvela con pinceladas de trazo fino la realidad. De este modo, se nos acerca un crítico retrato –siempre con la mujer como elemento protagónico de sus relatos– de las múltiples disfuncionalidades que acompañan a la sociedad y sus vínculos, para, desde ahí, poner en la picota sus vergonzantes paradojas. El resultado no es otro que una epopeya doliente en torno a la figura femenina. Pero no solo eso, porque, al mismo tiempo, Berlin trabaja con el concepto de frontera en todos los ámbitos narrativos. Y este es uno de sus más firmes valores. De su encrucijada, de la transgresión de los límites, surge el conflicto, el crecimiento, la destrucción y, cómo no, el aprendizaje.
En definitiva, con Una noche en el paraíso se cierra un círculo narrativo tan singular como conmovedor. La constatación de la valía de Lucia Berlin traspasa ya el mero descubrimiento que presintió la crítica al rescatar del olvido sus relatos. Esta nueva colección ratifica con creces el gran hallazgo. -