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Regreso a los orígenes en 'Pobre Diabla'

Marcela, que se siente utilizada por Ariel Jr., decide olvidarse de este último y darse una nueva oportunidad con un antiguo amor de su barrio.

Marcela quiere olvidarse de una vez de su hijastro.

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El estado de salud de doña Roberta es cada día más preocupante, ya que se encuentra muy débil y sus dolores de cabeza son cada vez más frecuentes. Según los médicos, su estado se debe a la repentina muerte de su hijo Ariel, sumada al matrimonio secreto de este y la intromisión de dos extraños, Marcela y Ariel Jr., que, de la noche a la mañana, han invadido su mansión y se han apropiado de sus riquezas.

Duros reproches

La relación entre Ariel Jr. y Marcela se va haciendo, día a día, más complicada,

puesto que siguen empeñados en jugar el uno con el otro sin encontrar salida a sus problemas amorosos.

Por supuesto, la llegada de Teresa a la mansión de los Mejía Guzmán enturbia todavía más el ambiente. Teresa está empeñada en reconquistar a Ariel Jr. y para ello cuenta con el apoyo de Alma. Esta última le reprocha a su hijo que no le haya dedicado ni un minuto de atención a Teresa desde que llegaron a Caracas desde Argentina.

"Es increíble que ella haya tenido que venir a buscarte", le dice Alma a Ariel Jr.

Ruptura anunciada

Este último toma la decisión de hablar con Teresa y acabar su relación con ella definitivamente. Teresa no se toma nada bien la ruptura y se jura a sí misma que hará lo que sea necesario para que Ariel Jr. vuelva a sus brazos, aunque para ello tenga que usar los más viles medios que tenga a su alcance.

Por su parte, Ariel Jr. le confiesa a Marcela su amor, pues ya no puede seguir ocultando lo que siente: "Te amo desesperadamente". Marcela se abalanza a sus brazos y, dejando a un lado sus temores por el que dirán, besa a su amado apasionadamente en los labios.

Una velada divertida

La pareja decide salir a comer y a divertirse. Después del estrés que ha supuesto para ellos aprender a manejar la editorial en pocos días, es hora de liberarse un poco. Después de una agradable y divertida velada, Ariel Jr. lleva a Marcela a un hotel. "Este es un lugar tranquilo para que podamos hablar", dice él. 

Marcela se siente ofendida. Está convencida de que Ariel Jr. no la ama, que sus palabras de amor fueron mentira y que solo desea pasar una noche con ella.

Trastornada, huye despavorida de la habitación, pero las lágrimas ciegan sus ojos y cae escaleras abajo. Ariel Jr. la socorre y la lleva al centro médico más cercano. Tras varias radiografías y un examen minucioso, los médicos determinan que el accidente no revista gravedad y que la joven no tienen ninguna lesión de importancia: "Solo ha sido un golpe". 

Eso sí, deberá guardar reposo durante varios días.

Primer encuentro

De vuelta a la mansión de los Mejía Guzmán, Marcela recibe un duro golpe: allí se encuentra por primera vez con Teresa. Esta se presenta ante ella como la novia de Ariel Jr., a pesar de que este ya le ha dejado claro que nunca más habrá nada entre ellos. Marcela se queda de piedra, se compadece de sí misma por haber sido tan tonta. No puede creer que Ariel Jr. tenga un compromiso con otra mujer.

Alto... y claro

Marcela se marcha llorando a su habitación, mientras que Ariel Jr. se queda en el salón, conversando con Teresa. Esta última le echa en cara su ingratitud: "Estuve a tu lado cuando eras pobre y ahora que eres rico, no quieres saber nada de mí". Ariel Jr. le repite a Teresa que su relación quedó en el pasado y que ahora está enamorado de otra mujer: "Nada hará que mis sentimientos cambien".

¿Embarazo real?

Para el colmo de su desesperación, Teresa le dice a Ariel Jr. que está esperando un hijo suyo y que no hay otra solución que la del matrimonio, por el bien del bebé y por el de ella misma, pues no desea convertirse en una madre soltera: "Tienes que cumplir conmigo".

A pesar de semejante confesión, Ariel Jr. continúa inamovible en su idea; no la ama y, ni sus amenazas, ni el hijo que esperan, le harán regresar a su lado.

Muerte inesperada

Triste y desolada, Teresa sale corriendo de la mansión Mejía Guzmán. Garabano, que estaba vigilante, la confunde con Marcela y la atropella con su coche. Ariel Jr., al escuchar el ruido, sale a la calle solo para confirmar que su exnovia ha muerto. 

Cuando Garabano se da cuenta de su error, se pone en contacto con Bárbara para pedirle perdón. Además, le ruega que le dé otra oportunidad: "Juro que la próxima vez no fallaré y mataré a Marcela. Lo prometo". La mujer accede, aunque no pierde la oportunidad de echarle en cara a su sicario su incompetencia.

Investigación policial

Ariel Jr. se hace cargo de todo el papeleo para repatriar el cadáver de Teresa a su país de origen. Después, habla con la policía y denuncia los hechos, pues está seguro que la persona que atropelló a Teresa no lo hizo de forma accidental.

"Es más, me atrevería a decir que a quien quería matar era a Marcela, pero se equivocó de víctima", dice Ariel Jr., sospechando que la vida de su amada podría estar en peligro.

Problemas de salud

Doña Roberta hace oídos sordos a la recomendación de su doctor, quien le ha prescrito reposo absoluto. A la mujer, lo único que le interesa es verse libre de la viuda de su hijo y de su nieto. Sabe que hasta que no se deshaga de ellos, no recuperará su buen estado de salud. Así pues, se cita con Emilce para idear nuevas formas de arrebatarles la herencia que Ariel les dejó tras su muerte.

Un oscuro pasado

Laura acude a casa de Obarrio, dónde pasan una romántica velada. Aprovechando el aura de complicidad que les envuelve, la mujer se atreve a preguntarle a su amante por su difunta esposa. "Siempre hubo rumores sobre si fue un suicido, un accidente… u otra cosa. Las causas de su muerte nunca quedaron claras", dice Laura.

Obarrio se niega a contestar, pues nunca ha hablado de este tema con nadie. Eso sí, le pide a su amante que confíe en él: "No soy ningún asesino".

Al día siguiente, Marcela se sigue sintiendo dolida con Ariel Jr. por haberla llevado a un hotel en su primera cita. La joven le cuenta a su amiga Emma que no se fía de las intenciones de su amado para con ella, porque desde el minuto uno no ha sido claro.

Emma anima a Marcela a jugarle una mala pasada a Ariel Jr. y darle así un pequeño escarmiento. Ambas fingirán que Marcela se ha quedado paralítica a causa de la caída por las escaleras que sufrió en el hotel.

Orgullo herido

Como era de esperar, Ariel Jr. cae en la trampa. Perturbado, una parte de él se niega a creer que una simple caída haya tenido consecuencias tan graves para la muchacha. Al borde de la desesperación, Ariel Jr. visita a Marcela, quien le recibe en la cama. 

No obstante, la jugarreta durará poco tiempo. Ariel Jr. se da cuenta de que todo se trata de una broma de pésimo gusto y le reprocha a Marcela que haya mentido con algo tan serio.

Muy distanciados...

Estos pequeños malentendidos entre la pareja son el caldo de cultivo perfecto para los perversos planes de Emilce, que aprovecha cualquier momento para atraer a Ariel Jr. hasta sus brazos.

Sintiéndose humillado por la burla de Marcela, el joven busca consuelo en la fascinante y atractiva mujer. Al ver a Ariel Jr. tan cerca de ella, Emilce sonríe. Sabe que, poco a poco, está ganándose la confianza del muchacho, lo que le abrirá las puertas de su corazón y de la inmensa fortuna que ha heredado.

Consejo de amiga

Con el paso de los días, Marcela y Ariel Jr. están cada vez más enemistados. No paran de discutir, de pelarse e, incluso, tratan de ignorarse cuando se cruzan por los pasillos de la mansión.

Alma, que se ha dado cuenta de la situación en la que se ha sumido la relación entre ambos, aborda a su hijo y le dice que Marcela no es una buena mujer para él: "Deberías buscarte a alguna más adecuada". Después, la mujer habla con Marcela y le hace la misma recomendación: "Olvídate de este amor que os está consumiendo".

Un antiguo amor...

Emma también aconseja a su amiga, aunque de una manera más directa. La joven le dice a su amiga que Ariel Jr. no es como ellas y nunca lo será: "Aunque haya crecido pobre, pertenece a una familia con clase y eso se nota". La muchacha le recomienda a su amiga que vuelva con Luis Eloy, su antiguo amor, ya que es un hombre sincero, honrado y, aunque no de alta posición, la quiere de verdad.

Un corazón abierto

A Marcela esta conversación le da que pensar y, después de darle muchas vueltas a la idea, decide retomar el contacto con Luis Eloy, porque sabe que él sí la quiere. Marcela, incluso, se aventura a ir a la casa de su exnovio. Luis Eloy la recibe con los brazos abiertos. Se siente muy feliz de haberse reencontrado con ella. Para Lucía, la madre de Marcela, que esta vuelva a relacionarse con gente de baja clase social, la sume en un estado depresivo.

Ella desea lo mejor para su hija: buenas amistades, una gran herencia y, sobre todo, un marido rico.

Ambición desmedida

María Elena recibe la visita de Braulio, su exnovio, un delincuente de poca monta que siempre anda metido en líos. El joven le dice que tiene un plan para ganar mucho dinero: piensa secuestrar a Ariel Jr. y pedir un rescate por él. Para cumplir con su objetivo, necesita la ayuda de María Elena.

Ariel Jr., en peligro

Braulio le exige a María Elena que llame a Ariel Jr. y le pida que vaya a su casa. La joven, con un cuchillo, hace lo que su exnovio le ordena.

Cuando Ariel Jr. está a punto de llegar a la casa de su secretaria y amiga, es interceptado por los cómplices de Braulio. Estos le llevan hasta un almacén, dónde le atan y le propinan varios golpes para evitar que hable.

Braulio amenaza de muerte a María Elena: "Ya has hecho tu parte del trabajo. Ahora te conviene estar callada y no decirle nada a nadie, o lo pagarás con tu sangre".

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