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AGRICULTURA ANÁLISIS

Los países más desarrollados, los que más apoyan al campo

Los payeses catalanes reciben en ayudas directas la mitad que la media estatal || “Els empresaris volem saber”, debate en Lleida

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Los países más ayudan a su sector agrario en el seno de la OCDE son al mismo tiempo los más desarrollados. Mientras que en la media es de un 19%, alcanza un 62% en el caso de Suiza y Noruega, se sitúa en el 59% en Islandia y supone un 43% en Corea. Sin embargo, en Catalunya, las ayudas directas apenas representan el 12% del Valor Añadido Bruto (VAB), frente al 23% de España, el 29% de Francia y el 32% de Alemania. Estos son algunos de los datos que ofrecerá el martes en el economista y vicepresidente de la comisión de economía agroalimentaria del Colegio de Economistas de Catalunya, Francesc Reguant, el martes en la jornada “Els empresaris volem saber” que tendrá lugar en el Palau de Congressos de Lleida y cuya clausura correrá a cargo del expresident de la Generalitat Artur Mas.

Reguant denuncia una distribución de los fondos europeos en el Estado español con criterios electoralistas, y pone como ejemplo el bovino de carne. Apunta a una “clara discriminación en las ayudas de desarrollo rural”. Catalunya recibe el 3,9% de todo el Estado, pese a representar el 6,36% de la superficie, el 12,2% de las personas ocupadas en el sector agroalimentario, el 10,91% del VAB agrario o el 16,18% del agroalimentario.

Catalunya es contribuyente neta a la Unión Europea, con un total de 850 millones de euros anuales

Sostiene en el caso de un estado catalán, en el marco de la UE, “evidentemente, se seguirá cobrando la PAC, habrá capacidad de negociar directamente y se dispondrá de más recursos”. En este sentido recuerda que Catalunya es contribuyente neto de la Unión Europea, con un saldo de 850 millones de euros anuales, más del doble de lo que se recibe de la Política Agraria Común. Asimismo, defiende que un estado propio dotaría a Catalunya de más capacidad para hacer políticas propias de desarrollo rural.

Gestionar los ingresos fiscales permitiría impulsar la investigación y desarrollo y complementar, afirma, de manera equilibrada y sostenible los planes de regadío, recordando la importancia del canal Segarra-Garrigues.

Todo ello, destacando que la agroalimentación es el primer sector productivo en Catalunya al margen de la construcción.

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