El conflicto de los temporeros por los salarios se traslada ahora a La Granja d'Escarp

El conflicto de temporeros que se ponen en huelga porque aseguran que no están cobrando lo estipulado por el convenio ni tienen alojamientos dignos se trasladó este lunes a La Granja d’Escarp.

El jueves pasado, un grupo de trabajadores del campo hicieron prácticamente las mismas denuncias y anunciaron un paro indefinido que, finalmente, acabó con un acuerdo después de la mediación del alcalde y de la carta remitida por la delegación de Trabajo en Lleida recordando las obligaciones que han de cumplir los empresarios.

Este lunes, el alcalde de La Granja d’Escarp, Manel Solé, pidió a los trabajadores del campo que volvieran al trabajo mientras él anunciaba para anoche mismo una reunión con representantes de los payeses. Lo dijo después de que se concentraran en La Granja un centenar de temporeros, algunos llegados de Seròs para darles su apoyo según algunas fuentes.

Hicieron público que estaban en huelga porque llevan años, según dijeron, sin cobrar lo marcado por el convenio del sector, de 6,18 euros la hora trabajada, y menos aún en caso de horas extraordinarias. Además, afirmaron que deben trabajar sin descanso sábados y domingos.

Asimismo, añadieron que los agricultores no les facilitan alojamiento y que se ven obligados a malvivir en pésimas condiciones. Algunos de los temporeros llegaron a denunciar que hay casos en los que les están cobrando cien euros o más por una cama en cabañas o en casas que se encuentran en malas condiciones.

Antonio Rodríguez, de UGT, se reunió con ellos y con el alcalde. Les pidió nóminas para poder comprobar posibles irregularidades y denunciarlas en caso de detectarlas, al tiempo que les explicó las condiciones del convenio. Los 6,18 euros por hora es el salario bruto, del que hay que detraer, por ejemplo, la cotización del trabajador a la Seguridad Social.

Rodríguez consideró necesario dar solución al conflicto en caso de que haya payeses o empresas que no estén cumpliendo y evitar que este problema se repita en otras poblaciones.

Las claves

El sector confía en la vuelta a la normalidad Los fruticultores se muestran indignados porque las protestas de temporeros, primero en Seròs y ahora en La Granja d’Escarp, pueda dar la imagen de que las irregularidades en la campaña son la norma. Insisten precisamente en que el grueso de los payeses cumplen escrupulosamente el convenio. Así lo explicaron fuentes de los agricultores presentes este lunes en una reunión celebrada con el alcalde de La Granja, Manel Solè, anoche. En ese encuentro se confiaba en que la normalidad volviera hoy a esta localidad del Baix Segre y que todos los temporeros recojan de nuevo fruta en las fincas. Atribuyen el malestar de una parte de los trabajadores del campo al desconocimiento que, en realidad, pueden tener del convenio y de la normativa laboral existente. Fuentes presentes en la reunión recordaron que están estipulados 6,18 euros la hora, pero de ahí hay que restar las cotizaciones sociales y las retenciones fiscales.Así el salario neto por hora pactado legalmente es de 5,66 euros la hora. En el caso de que el empresario facilite alojamiento a los temproreros, puede restarle un 10%, con lo que el salario neto a cobrar es de 5,05 euros la hora, según explicó el presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué. En medio de este conflicto, el malestar es patente entre los productores de fruta, que consideran que las movilizaciones tanto de Seròs como de La Granja d’Escarp están dando una imagen equivocada de su actuación e insisten que, en todo caso serían casos aislados muy minoritarios quienes incumplirían el convenio. En este sentido, organizaciones agrarias y agricultores reclaman que no se criminalice a todo el sector.Sobre los alojamientos, recuerdan que el agricultor no está obligados a ofrecer una vivienda al temporero. Solo es así en el caso de que haya sido el propio productor el que haya ido a buscar a ese trabajador a otra zona, lo que se conoce tradicionalmente como contratación en origen.