AGRICULTURA
Un nueva ley podrá obligar a arrendar fincas abandonadas
La norma, que inicia el trámite parlamentario, también prevé informes de impacto agrario || Está consensuada con el sector
El proyecto de ley de Espacios Agrarios prevé la posibilidad de obligar a poner en arrendamiento fincas abandonadas o en desuso. Así lo explicaron organizaciones agrarias y cooperativas tras la reunión de la Mesa Agraria que presidió este lunes en Barcelona la consellera de Agricultura, Meritxell Serret.
Mientras el departamento destacaba el aval del sector al texto, tanto Unió de Pagesos como JARC-COAG y la Federació de Cooperatives remarcaban la importancia de que esta norma, que entra ahora en el Parlament y que confían que se apruebe por trámite de urgencia, apueste por preservar los espacios agrarios.
Aunque no prevé la creación de un banco de tierras como tal, sí que articula medidas para intentar movilizar fincas que estén en desuso o abandonadas. El primer paso es la creación de un registro donde se incluyan estas superficies sin actividad.
En determinadas circunstancias se puede llegar a obligar a sus propietarios a ponerlas en arrendamiento. Se trata de una medida encaminada a poder dar una salida a jóvenes que quieren incorporarse al sector, a agricultores y ganaderos que quieren acometer ampliaciones o incluso a cooperativas que tengan en su plan estratégico buscar terrenos para socios jóvenes o para su misma explotación a nivel de empresa.
El texto inicia ahora su trámite parlamentario y el sector confía en su aprobación por vía urgente
Otro de los puntos de especial interés para el sector es que a la hora de, por ejemplo, hacer urbanizaciones o infraestructuras como carreteras, será necesario que se incluyan informes de impacto agrario, como existen los de impacto ambiental.
Se tratará de una forma para que la superficie agraria no sea siempre la perdedora de los cambios en el territorio. Fuentes presentes en la reunión de este lunes recuerdan cómo extensiones importantes pasaron a preverse como superficie para polígonos industriales y “hoy no tenemos ni fincas agrarias ni polígonos”.
Las organizaciones agrarias y cooperativas respaldan el texto, aunque todas han cedido en aras del consenso y confían en que también lo hagan los grupos en el Parlament para su rápida aprobación.