El sector de la fruta de Lleida ha perdido casi 140 millones de euros en 4 años de veto ruso

El sector de fruta de hueso de las comarcas de Lleida está sufriendo muy directamente las consecuencias del veto que Rusia estableció a mediados de 2014 a los productos agrícolas europeos.

Concretamente, los productores de melocotón y nectarina han dejado de cobrar desde ese año 139,319 millones de euros en estos últimos cuatro años (correspondientes a 134.580 toneladas de fruta), al no poder exportar sus producciones a Rusia y a los países de la Unión Euroasiática (Bielorrusia, Armenia y Kazajstán) y que eran de más de 40.000 toneladas anuales, según datos del ministerio de Economía.

Entre el 2013 y el 2014, la caída fue moderada, pero en 2015, la facturación de las exportaciones de fruta de hueso a esa zona cayó en 42.520,62 millones de euros con respecto a 2013, y 43.341,287 toneladas de fruta no cruzaron la frontera. Este año 2017, apenas se han exportado 100 toneladas.

Los payeses amenazan con más protestas si Bruselas no toma medidas para solucionar el problema

En el año 2014, Crimea empezó una escalada bélica con Ucrania para conseguir su desvinculación territorial y anexionarse a Rusia. Moscú ofreció su apoyo a Crimea en un conflicto todavía no resuelto, decisión que agravó la tensión entre Rusia y la UE. Bruselas decidió aplicar sanciones a Moscú, a lo que el Kremlin respondió vetando las exportaciones de productos agrícolas europeos a Rusia. Este contraataque provocó un enorme aumento de stocks de fruta en un periodo de tiempo muy corto, lo que desató una crisis de precios, especialmente en el sector de la fruta de hueso, que todavía dura.

La CUP de Lleida celebra que el ayuntamiento tenga en cuenta su propuesta de crear albergues

Estas últimas semanas las protestas de los payeses leridanos y aragoneses por la acumulación de stocks y las bajadas de precios se han ido intensificando hasta culminar el pasado lunes con una marcha lenta de vehículos que partió de Alcarràs hasta la sede de la Comisión Europea de Barcelona, donde representantes de Asaja-Lleida y la Plataforma en Defensa de la fruita Dolça entregaron un manifiesto que fue enviado al comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan.

Los agricultores reclaman la retirada excepcional de 40.000 toneladas de fruta, medida que aseguran que Bruselas puede tomar en el marco de la PAC, para desatascar el mercado y dar salida al producto. Si la respuesta de Europa no convence a los payeses, estos amenazan con cortar la avenida Diagonal de Barcelona y llenarla de fruta.

A día de hoy, los productores de fruta de hueso aseguran que pierden 10 céntimos de euro por cada kilo que recogen, por lo que les sale más rentable no cosechar los melocotones y paraguayos. De hecho, algunos de ellos están optando por arrancar los árboles sin cosechar.

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Investigan irregularidades en los contratos a temporeros El departamento de Treball de la Generalitat está investigando posibles “irregularidades” o actuaciones “abusivas” por parte de empresas de trabajo temporal en las comarcas leridanas (ETT) o empresas que subcontratan a empresas agrarias de teabajadores para la campaña de la fruta. Según explicó el secretario general de Treball, Josep Ginesta, la actuación se ha iniciado a raíz de denuncias recibidas en las que se acusa a empresarios agrarios de actuar “bajo el paraguas de aparente legalidad y no respetar las normas de subcontratación” para dotar de personal el sector frutícola.  Por otra parte, Ginesta remarcó que, hasta el momento, desde Treball “no se han detectado muchos incumplimientos” laborales por parte de los empresarios agrarios en la actual campaña de la fruta, que se sitúan en un volumen similar a las campañas anteriores. Dichos incumplimientos son mayoritariamente la presencia de algún trabajador irregular o en cuestiones relacionadas con las jornadas laborales, según explicó. Cabe recordar que los sindicatos UGT y CCOO, así como el grupo municipal de la crida per Lleida-CUP en la Paeria, llevan denunciando esta campaña la actuación de las empresas de trabajo temporal que subcontratan temporeros para la fruta, tanto por las condiciones laborales como por no darles alojamiento digno. Ginesta remarcó que en las comarcas leridanas hay una larga tradición de recibir temporeros “y esta experiencia ha permitido desarrollar ciertos automatismos en el territorio para resituar a estas personas”. Respecto al alojamiento de estos trabajadores, las entidades participantes en la campaña “Fruita amb Justícia Social”, impulsada por Crida per Lleida, CUP, CGT, Papers per Tothom i Casal Popular de Joves, celebraron este miércoles que el Gobierno municipal de Lleida haya recogido su propuesta, hecha en octubre de 2015, en la que pedían crear albergues para ser ocupados por los temporeros.