UGT denuncia a dos cárnicas de Lleida por usar “falsas cooperativas”

El secretario general de la FICA-UGT de Lleida, Antonio Rodríguez, explicó ayer que durante este mes de marzo el sindicato ha denunciado dos “falsas” cooperativas, concretamente “Servicarne, (Vall Companys) y T.A.I.C. (Grupo Jorge)”, y espera que con estas acciones Inspección de Trabajo actúe e imponga sanciones ejemplares, como en otros casos a nivel catalán (sanción de 800.000 euros a una empresa de Figueres) y estatal.

Según explicaron tanto el propio Antonio Rodríguez como Alicia Buil, responsable del sector de Alimentación de UGT de Catalunya, estas denuncias forman parte de la campaña del sindicato para erradicar para siempre lo que consideran “prácticas abusivas con los trabajadores y de explotación laboral” por parte de las llamadas “falsas” cooperativas, o compañías que utilizan “falsos” autónomos en su régimen de trabajo.

En Lleida UGT tiene contabilizados a 970 falsos autónomos en el sector de la industria cárnica

Rodríguez afirmó que este tipo de empresas cárnicas están “explotando” a los trabajadores y las trabajadoras, y abusando de que gran parte de ellos son personas con mucha necesidad de trabajo, la mayoría inmigrantes que incluso desconocen el idioma.

“No disponen de un horario fijo de trabajo, con jornadas que pueden llegar a las 12 horas diarias durante 27 días al mes, sin protección de riesgos laborales”, denunció.

En este sentido, Alicia Buil aseguró que el sindicato seguirá “hasta donde haga falta para que este negocio, el de las falsas cooperativas, llegue a su fin”. “Es un camino de no retorno para su erradicación”, aseguró.

UGT exige de manera inmediata que todos los trabajadores o “falsos autónomos” de estas empresas “se subroguen a las empresas principales y tengan los mismos derechos que el resto de trabajadores”. Según UGT, uno de cada 6 trabajadores de este sector en Catalunya son falsos autónomos. En el caso de Lleida, el sindicato ha contabilizado a 970 falsos autónomos.

Por su parte, el secretario general de UGT en las Terres de Lleida, José Luis Aguilà, tachó de “comportamiento laboral amoral y propio del siglo XIX” estas prácticas, que hay que “erradicar”.