UNIVERSIDAD INVESTIGACIÓN
La UdL 'radiografía' fincas con satélites para mejorar el rendimiento de cultivos
Usa imágenes tomadas desde 786 km para diagnosticar zonas menos productivas
Investigadores del grupo de AgróTICa y Agricultura de Precisión de la Universitat de Lleida (UdL) ‘radiografían’ fincas agrarias con imágenes tomadas desde satélites de la Agencia Espacial Europea para determinar en qué zonas puede haber problemas en el crecimiento de los los cultivos y poder proponer medidas para mejorar el rendimiento.
El grupo de investigación en AgróTICa y Agricultura de Precisión de la Universitat de Lleida (UdL), que forma parte del centro Agrotecnio, ‘radiografía’ campos de cultivo con imágenes tomadas por cámaras instaladas en dos satélites de la misión Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea, que orbitan desde una altitud de 786 kilómetros, para estudiar su rendimiento e identificar las zonas con problemas que dificultan el desarrollo de las plantas. Con esta información, y después de visitar el terreno fotografiado in situ, se puede recomendar a los agricultores correcciones de las dosis de sembrado, aportación de fertilizantes o cantidad de riego para mejora el rendimiento global de la finca.
Los investigadores José Antonio Martínez Casasnovas y Alexandre Escolà explicaron que obtienen fotografías gratuitas cada 5 días y detallaron que cada punto de la imagen (píxel) corresponde a 100 m² de terreno (diez por diez metros). Las fotos de satélite se pueden ver con ‘color real’, pero también muestran bandas de luz azul, verde, roja e infrarroja, importantes para constatar el estado de las plantas. “Los cultivos reflejan la luz del sol y se capta en las imágenes. El sensor del satélite hace una retícula de píxels de diez por diez y en cada cuadro se ve reflejada una cantidad de luz. Cuánto más sana está una planta, refleja poca luz roja y mucha infrarroja”, señalaron, y remarcaron que pueden calcular matemáticamente “el índice de vigor de la vegetación de cada píxel”. “Se puede ver la evolución del crecimiento del cultivo y detectar zonas donde no se desarrolla como estaba previsto y, una vez analizadas las causas sobre el terreno, se le podrían dar recomendaciones”, incidieron, y resaltaron que “si un cultivo no se comporta igual en toda la finca no es lógico emplear un tratamiento uniforme”.
El grupo de AgroTICa utiliza esta tecnología esencialmente para investigación, aunque actualmente tienen un contrato con una empresa a la que hacen el seguimiento del cultivo. Tambien tienen una suscripción para obtener imágenes de pago de satélites americanos, más detalladas y diarias, que permiten más precisión en los cálculos.
Imágenes desde la avioneta para estudiar el 'mar rosa' de Aitona
El único hándicap de las imágenes captadas desde satélites es que no son nítidas si hay niebla o está muy nublado. Por ello, una alternativa es usar fotografías tomadas desde avionetas, que además permiten una mayor precisión. Así lo hicieron para ‘radiografíar’ campos de melocotoneros de Aitona, conocidos como ‘mar rosa’ por el color de sus flores. “Cada píxel corresponde a solo 25 centímetros de terreno e incluso se puede individualizar cada árbol, calcular el índice de vigor de cada uno y predecir su rendimiento”, aseguraron los investigadores, y recalcaron que con esta información el agricultor sabe “cuánto recolectará y si cumplirá sus previsiones de ventas”.
Asimismo, ofrecen un servicio de análisis de la conductividad eléctrica del suelo con una máquina denominada Veris 1300, de las que solo hay tres en el Estado. Asocian los datos del sensor con las coordenadas y obtienen información de las zonas en las que el terreno tiene más o menos salinidad y, por tanto, las mayores o menores posibilidades de cultivarlo.
Los estudiantes de Agrónomos aprenden a usar esta tecnología En la Escuela de Agrónomos se enseña agrótica a los alumnos de últimos cursos en la asignatura Agricultura y Ganadería de Precisión, para que sepan usar esta tecnología para hacer ‘mapas’ de las diferentes zonas de los campos de cultivo. Los estudiantes aprenden con datos reales a interpretar las imágenes y, junto a las muestras de suelo tradicionales y por las lecturas de la máquina que analiza el subsuelo, determinar qué medidas tomar en cada zona. “La agricultura de precisión requiere una formación adicional. Es una manera de revalorizar a los ingenieros agrónomos”, subrayaron los investigadores.