El agua anega los cultivos e impide entrar a las fincas

Las intensas lluvias de estos últimos días han anegado los campos de cultivo tanto de cereal como de frutales y lo que, en un principio parecía una ventaja, ahora se está convirtiendo en un serio inconveniente. Según el coordinador del sindicato agrario UP en Lleida, Jaume Pedrós, esta es una época de aplicación de abono y tratamientos en todos los cultivos, trabajos que se tendrán que postergar hasta que se pueda entrar en las fincas, lo que de seguir lloviendo, no se podrá hacer hasta que pase un periodo de 8 o 10 días, indicó. Por otra parte, también provocará retrasos en la siembra de maíz. Pedrós especificó que ahora es el tiempo de sembrar y un retraso en las fechas también comportará demoras en la recolección. En cuanto a los frutales, tanta agua puede afectar el proceso de floración y hacer que la flor no cuaje. El portavoz sindical remarcó que “tanta agua no es buena ni para el secano ni para el regadío”. En algunos puntos se han acumulado más de 100 litros por metro cuadrado, “una situación que hacía mucho tiempo que no se producía”.

Por el momento, no se puede hacer nada y los payeses esperan que las precipitaciones amainen y las temperaturas suban para que el agua se pueda absorber o evaporar y se pueda entrar a trabajar en las parcelas, algo que ahora es imposible ya que están encharcadas o enfangadas. “Las consecuencias no se pueden predecir por el momento por lo que tendremos que esperar unos días después de que este temporal pase. Todavía es demasiado pronto”, indicó.

Las intensas precipitaciones suspenden la campaña de riegos y garantizan el llenado de los embalses

Por lo que respecta a la campaña de regadíos en Lleida, las comunidades de regantes de la demarcación mantienen la campaña de riegos en el aire por falta de demanda y no es necesario guardar turnos. Los pantanos han recuperado niveles para garantizar la campaña sobradamente durante incluso dos temporadas.