LABORAL AGRICULTURA
Posiciones enfrentadas entre agricultores y sindicatos
UP pide evitar un “clima de tensión” por el sueldo de los temporeros || UGT y CCOO rechazan la propuesta de subida
Cuando ya ha comenzado la campaña de la fruta con la recolección de las variedades más tempranas, la patronal y los sindicatos continúan con las negociaciones para desencallar la aprobación del convenio del campo. Sin embargo, el acuerdo aún está lejos y las posiciones muy distantes, a tenor de lo que los representantes de Unió de Pagesos, por un lado, y UGT y CCOO, por otro, defendieron ayer. Así, el vicepresidente de la Fundación Pagesos Solidaris de Unió de Pagesos, Salomó Torres, admitió que el convenio del campo “no es para tirar cohetes”, a la vez que puntualizó que tampoco el sector agrícola es lo suficientemente boyante como para mejorar notablemente las condiciones actuales. Por el contrario, el secretario general de la FICA-UGT de Lleida, Antonio Rodríguez y el responsable de Industria de CCOO de Lleida, Josep Antoni Gómez, reafirmaron su negativa a suscribir cualquier acuerdo que contemple un incremento salarial por debajo del 2,5%, porque sería “inaceptable”. En este sentido, Rodríguez afirmó que con el incremento que piden los sindicatos del 3%, lo sueldos apenas apenas llegan al salario mínimo en 2020, por lo que la oferta por parte de la patronal es inadmisible.
Por su parte, Gómez insistió que los sueldos que cobran los trabajadores son precarios, a lo que hay que sumar los gastos en alojamiento e incluso, a veces, el desplazamiento a las fincas. A este respecto, Torres respondió con la petición a las administraciones públicas para que “abran líneas de ayuda para que los payeses pueden habilitar instalaciones privadas para el alojamiento de los temporeros en las propias fincas o en lugares que sean dignos”. Por otro lado, los sindicatos afirmaron que si bien es muy difícil convocar huelga en el sector del campo, lo que harán será “estar muy firmes ante las inspecciones de Trabajo”. Ante una posible movilización, el representante de UP incidió en que una huelga en el campo incrementaría la “crispación” en el sector y sería muy negativa para los payeses, “que se juegan el beneficio de todo el año en 3 meses”. En esta línea, Ramon Comes, responsable de temporeros de UP, pidió a los sindicatos que no creen un “clima de tensión” que dificulte aún más la negociación.