ESNOTICIA
'Hay que facilitar la exportación de fruta'
El sector frutícola exige al Gobierno central que acelere los acuerdos con países de fuera de la UE para poder exportar más, ante la saturación del mercado europeo|| Propone México y Argentina
El sector frutícola reclama al Gobierno de España que invierta más recursos en la negociación de protocolos con terceros países (los que no pertenecen a la Unión Europea) para acelerar los expedientes y poder exportar más fruta. Esta es una de las principales conclusiones de la jornada técnica “La importancia de la exportación de fruta y productos agroalimentarios: necesidad y evolución, puntos críticos e incidencias”, organizada por Afrucat, Edullesa, Agroprés, Icea y Agrónomos en el marco de la Fira de Sant Miquel. Así lo indicó Manel Simón, director general de Afrucat, que recordó que con el veto ruso de 2015 los 80 millones de kilos de melocotón y nectarina que se preveían exportar a ese país se tuvieron que vender en el mercado europeo, que ha quedado sobresaturado, por lo que las únicas soluciones son promocionar su consumo y, sobre todo, facilitar las exportaciones a terceros países. “Catalunya y España no pueden tener barreras con terceros países. Necesitamos que se inviertan más recursos humanos. Estados Unidos y Francia tienen una capacidad negociadora mucho más importante que aquí”, subrayó. .
En este sentido, José Luis Guarga, director del Área de Agricultura y Pesca de la gelegación del Gobierno en Catalunya, explicó en su ponencia que cada Estado (o la UE) negocia con los terceros países a los que quiere exportar productos agroalimentarios unos acuerdos sanitarios que después debe certificar que cumple. Señaló que en 2017 en España se firmaron 88 acuerdos y se revisaron otros 80 y detalló que el sector agroalimentario exportó en 2017 tanto a la UE como a terceros países por valor de más de 50.000 millones, sobre todo aceite, pero también cítricos, carne y productos cárnicos, vino y hortalizas.
Para exportar productos agroalimentarios a terceros países son necesarios protocolos sanitarios
Simón citó México y Argentina como dos de los países a los que se podría exportar fruta, si España lograra negociar y firmar con ellos sendos protocolos. Sobre México, precisó que si sus malas relaciones con el presidente estadounidense Donald Trump acaban con una ruptura de las importaciones de manzanas de EEUU, “España podría aprovechar para exportar a México”. Respecto a Argentina, dijo que en la época anterior al “Kitchnerismo” se exportaba mucha manzana y pera a ese país, que después quedó prohibida, y considera que ahora “sería bueno acercar posiciones para establecer acuerdos”.
Asimismo, advirtió de que si el Brexit se materializa, el Gran Bretaña se considerará como tercer país y para exportar se deberán pasar los productos por la aduana obligatoriamente, por lo que el director general de Afrucat planteó instalar más potencia frigorífica en Edullesa porque aumentará su trabajo.
El sector agroalimentario, por el autocontrol de su calidad Productores, patronal y distribuidores del sector agroalimentario insistieron ayer en la necesidad de autocontrolar la calidad de los productos que ofrecen, más allá de los controles a los que los somete la administración. En este sentido, el coordinador del máster en ingeniería agronómica de la UdL, Estanislau Fons, destacó que los sistemas de “autoprotección” interna redundan, en último término, en beneficio de todo el sector porque, cuando se detecta algún problema en los productos, se señala a todos y no sólo a la firma afectada. Así las cosas, la responsable de calidad de Fruits de Ponent, Meritxell Abellana, destacó que el robustecimiento de la calidad agroalimentaria no es una obligación, sino que se ha de asumir como algo intrínseco. En la misma línea, su homóloga en Supsa, María José Sardoy, remarcó la necesidad de mantener el control de calidad del producto en toda la cadena, también en el transporte hasta el punto de venta. Mientras, David Coll, de Benfet, subrayó la importancia de tener en cuenta a las empresas de menos de 50 trabajadores a la hora de establecer las normativas, porque representan el 75% de las firmas europeas.