ESNOTICIA
UP insiste en que la ganadería del Pirineo es incompatible con el oso
Avisa de que la presencia del animal podría provocar “alguna desgracia” || Destaca que la producción agropecuaria movió 2.170 millones en 2017, un 9% más
Unió de Pagesos insistió ayer en sus críticas al proceso seguido para la reintroducción del oso en el Pirineo. En este sentido, el coordinador nacional del sindicato agrario, Joan Caball, lo calificó de “vodevil” y advirtió de que la presencia del animal en el territorio podría provocar “alguna desgracia”. “Si tenemos que elegir entre animales salvajes reintroducidos y los vecinos de estas comarcas, nos quedamos con la gente”, subrayó. Así, alertó de que la despoblación del Pirineo se acentuará si se dificultan las actividades económicas que se desarrollan. “Estamos viendo que la ganadería extensiva no es compatible con la reintroducción de la fauna salvaje”, aseveró. Igualmente, Caball afeó que se tomen decisiones sobre el oso desde despachos ubicados a cientos de kilómetros del Pirineo.
En otro orden de cosas, puso en valor que la producción agropecuaria catalana haya movido 2.170 millones de euros en 2017, un 9% más que en 2016, cuando se alcanzaron los 1.987 millones. El líder de Unió de Pagesos atribuyó el repunte a la bonanza del sector porcino. Asimismo, señaló que, como consecuencia de la meteorología adversa, la cosecha de cereales se ha reducido entre un 10% y un 20%. Al respecto, pidió establecer un sistema que evite oscilaciones en su precio y la especulación, sobre todo en el periodo de recolección, “cuando el payés se juega gran parte del beneficio de todo el año”.
Muchos beneficiarios de la PAC no son payeses, afirma Caball Caball también denunció que, en 2016, se registraron más de 800.000 peticionarios de ayudas de la PAC en España, el doble que en Alemania y más de dos veces la cifra de Francia, países que cuentan con superficies agrícolas similares a la estatal. En este sentido, el coordinador nacional de UP apostó por impedir que puedan optar a estos incentivos públicos las empresas cuya actividad principal no es la agrícola. “Los que tienen que cobrar las ayudas de la PAC son los payeses”, enfatizó. Respecto de la reforma de la Política Agraria Común, Caball pidió a los dirigentes europeos que orienten los cambios normativos pensando en los productores y no en los grandes lobbies económicos. Además, se mostró partidario de que, a partir de 2020, los Estados hayan de especificar a las autoridades comunitarias en qué van a invertir las ayudas.