Bruselas prevé más fondos para los jóvenes y abre la puerta a ayudas al sector porcino

El jefe de unidad adjunto de la Comisión Europea, Ricard Ramón, y la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, presentaron ayer las novedades de la nueva propuesta de Bruselas sobre la política agraria común (PAC) para los años 2021 a 2027 en el marco de la Fira de Sant Miquel. La próxima PAC, que está previsto que se apruebe definitivamente después de las elecciones europeas de mayo del año que viene, tiene como gran objetivo el respeto al medio ambiente y la introducción de las nuevas tecnologías dentro del sector agrario.

“A partir de 2021 tendremos que hacer un gran esfuerzo para mejorar la actuación ambiental, y al mismo tiempo deberemos introducir las nuevas tecnologías”, aseguró Ricard Ramón.

Gracias a internet, la digitalicación y a los grandes cambios que se están produciendo, “hoy es posible producir más y contaminar menos” y por ello, aseguró el representante europeo, se ayudará al sector agrario para que incorpore estos avances.

Otro de los cambios importantes de la nueva PAC, es que Bruselas pretende que esta nueva reforma sea mucho más cercana a los territorios, poniendo “menos normas, condicionantes y restricciones” a la hora de producir, y dejarán que sean cada estado y comunidad los que se encarguen de poner la “letra pequeña” de cuáles son realmente las normas técnicas que debe aplicar el payés, para así centrarse más en los distintos objetivos, como son el cambio climático y la erosión de los suelos.

Desde Europa insisten en la apuesta por el asociacionismo, “los payeses no solo deben trabajar juntos para vender sus productos sino que deberán cooperar a partir de ahora de manera más creativa”. En esta línea, apuntó la posibilidad de que organizaciones de productores de sectores que hoy carecen de ayudas, como el porcino, puedan contar con fondos con la nueva PAC. Otro de los grandes objetivos de la nueva política será la incorporación de jóvenes agricultores, para lo que se podrá dedicar un 2% de las ayudas directas, aunque, eso sí, desde Europa se “apretará” para que las políticas nacionales y autonómicas en favor de los jóvenes sean más ambiciosas.