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Luis Planas: «Es una prioridad del Gobierno prohibir la venta a pérdidas»
LUIS PLANAS | ministro de agricultura
El ministro de Agricultura, Luis Planas, analiza en esta entrevista algunos aspectos que más importan hoy a agricultores y ganaderos y se muestra tajante contra la venta a pérdidas. También considera que la Política Agraria Común (PAC) no debe pagar las consecuencias del Brexit, al tiempo que pide al sector que esté preparado ante la posibilidad de que el divorcio del Reino Unido y la Unión Europea pueda hacerse finalmente sin acuerdo. Sobre el plan de arranque de frutales considera que “no parece viable” con dinero público.
¿Cuáles serán las líneas rojas o las claves de la negociación de la futura PAC?
La Política Agraria Común (PAC) es una cuestión de Estado. Rechazamos una reducción de su presupuesto, así como su renacionalización. La PAC debe mantener su carácter común, como garantía de la unidad de mercado y de la igualdad de trato entre agricultores y ganaderos. La reforma que propone la Comisión Europea plantea una partida presupuestaria inferior. Una veintena de países, entre ellos España, defienden el mantenimiento del presupuesto para 2021-2027. La PAC no debe pagar las consecuencias del Brexit. Los nuevos retos de lucha contra el cambio climático, medioambientales, así como el relevo generacional necesitan un presupuesto suficiente.
Ante la situación del sector frutícola, ¿se plantea la posibilidad de que el ministerio financie un plan de arranque en caso de que no lo haga Bruselas?
Soy consciente de la situación que ha atravesado el sector frutícola. El ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) trabaja con las organizaciones sectoriales y con las comunidades autónomas productoras para buscar las soluciones más adecuadas. Dentro del Plan de Medidas para el Sector de la Fruta Dulce, presentado en marzo, ya están aplicándose parte de las actuaciones cuya ejecución corresponde al Ministerio. Ahora, pertenece al sector trabajar en las que están en su mano. Durante los debates sobre el diagnóstico de las producciones de fruta dulce, desde el sector se planteó la posibilidad de un plan de arranque con financiación pública. Pero no parece una vía posible. La legislación comunitaria y nacional otorgan un abanico de posibilidades y de ayudas a este sector, a través de sus organizaciones de productores (OP). Precisamente, el Gobierno aprobó la semana pasada un Real Decreto sobre los apoyos al sector hortofrutícola, que abre la posibilidad de instrumentar medidas de arranque y de reconversión varietal dentro de esas organizaciones de productores y asociaciones, con ciertas condiciones y justificaciones.
Estas medidas mejorarán el equilibrio entre la oferta y la demanda. Además, no se verán sometidas a las dificultades presupuestarias y de autorización por las instituciones comunitarias que podría encontrar un plan de arranque específico. Ya se han puesto en marcha. Esperamos que comiencen a dar resultados a medio plazo.
Se ha hablado en los últimos tiempos del riesgo de “burbuja” en el sector porcino con un incremento de la producción por los buenos precios de los últimos años. ¿Cómo ve el sector en estos momentos?
No me parece adecuado el uso de la palabra burbuja en la producción animal. La ganadería debe dar respuesta a las preocupaciones sociales, sanitarias y ambientales y es necesario que su crecimiento vaya acompasado con la atención a los nuevos retos. Por ello, estamos trabajando con el sector y las comunidades autónomas en un proyecto de real decreto para actualizar y reforzar la normativa del año 2000 que regula las granjas porcinas, con el objetivo de fomentar una producción fuerte, competitiva y sostenible. Su tramitación comenzará este otoño. El sector se ha caracterizado en los últimos años por buenos precios y por una evolución ascendente de esta ganadería. Un crecimiento ligado a la subida de las exportaciones. Hoy en día la mitad de la producción de porcino se comercializa en el exterior, España es el segundo productor de carne de cerdo de la Unión Europea (UE) y el cuarto mundial, por detrás de China, Estados Unidos y Alemania. Es una ganadería pujante y desde el ministerio de Agricultura la apoyaremos, para afianzarla.
La superficie de producción de almendros, y de olivos aunque en menor medida, está creciendo en los últimos años. ¿Cree que puede ser contraproducente para los resultados?
El almendro está en expansión y es una alternativa ante cultivos tradicionales que han dejado de ser rentables para los productores. Desde el ministerio se realiza un seguimiento exhaustivo y continuo de los mercados. Respecto al olivar, la extensión dedicada al cultivo se ha incrementado pero moderadamente, con nuevas plantaciones y reestructuración de explotaciones a través de nuevas superficies, que permiten una mayor rentabilidad. No obstante, no se pueden olvidar factores como la alternancia de altas y bajas producciones, o el riesgo de campañas con producciones récord que provocan pérdida de ingresos. Apostamos desde el ministerio por avanzar hacia la autorregulación del sector, para lograr equilibrar los volúmenes de comercialización, que permitan la deseada estabilidad de los precios al productor y al consumidor, y así garantizar la fidelidad del consumo. Y, sobre todo, es necesario seguir trabajando por la internacionalización de estos sectores, a través de campañas de promoción que permitan dar a conocer las bondades de unos productos que son buque insignia de la dieta mediterránea.
Algunos sectores, en especial el frutícola, no ocultan su temor a los efectos que pueda tener el Brexit ¿cuál es su opinión? ¿Existe algún plan de contingencia ideado al respecto?
El brexit es uno de los mayores retos inmediatos de la Unión Europea. La balanza comercial agroalimentaria con el Reino Unido supone un saldo neto anual positivo de 2.800 millones de euros para España. Soy consciente del impacto del “Brexit en un sector como el hortofrutícola. El mercado británico es uno de los principales destinos de nuestras frutas y verduras. A partir del próximo 30 de marzo, la situación ya no será la misma, tanto si hay acuerdo sobre los términos del divorcio con el Reino Unido, como si no lo hay.
Por ese motivo, independientemente del apoyo que se preste desde las Administraciones, el conjunto del sector debe estar listo antes de esta fecha para minimizar o evitar efectos adversos.
El Ministerio lleva meses haciendo ese ejercicio de preparación contemplando las distintas posibilidades, incluyendo la posibilidad de que no haya acuerdo, ni periodo transitorio. Estamos, además, haciendo un trabajo de información y coordinación con los distintos segmentos productivos para facilitar la elaboración de sus planes, porque cada empresa, cada organización, debe ser consciente de que tiene que prepararse. Confiamos en que el esfuerzo permita a los sectores enfrentarse a esta situación de la mejor manera posible.
Desde que ha llegado al ministerio, se ha mostrado especialmente preocupado por la venta a pérdidas y el poder de las grandes superficies frente a los productores. ¿Qué se puede hacer? ¿Prevé alguna modificación legal al respecto?
Es un tema que me interesa y preocupa. Insisto en que para este Gobierno es una prioridad revisar la legislación sobre cadena alimentaria y prohibir la venta a pérdidas. Me preocupa su efecto económico y su repercusión en la remuneración de nuestros agricultores y ganaderos. La Unión Europea (UE) ultima una Directiva sobre Prácticas Comerciales Desleales. España está defendiendo la posibilidad de incluir en ella la venta a pérdidas como práctica desleal. Recientemente, me he reunido en Madrid con el ponente del Parlamento Europeo sobre esta normativa, el eurodiputado italiano Paolo de Castro, y ha sido muy receptivo a nuestras demandas en este sentido. Esperamos conseguir los apoyos suficientes.
El actual gobierno impulsará un nuevo plan hidrológico nacional ¿cómo hay que tratar los proyectos de trasvase de agua entre cuencas?
El ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación tiene competencia en regadíos. No en materia de trasvases ni de planificación hidrológica, Sin embargo, esta es una pregunta recurrente. Sí opino que el problema del agua no debería ser materia de debates, sino de la búsqueda de soluciones de forma racional. En cualquier caso, insisto en la defensa de un regadío eficiente y de optimizar sobre los recursos hídricos que tenemos.