Acuerdan el modelo catalán de la nueva Política Agraria Común

Elaborar un Plano estratégico catalán con el objetivo de dar mejor respuesta a las especificidades de Catalunya es el acuerdo alcanzado entre los representantes del sector productor y el departamento de Agricultura de la Generalitat en el marco de la Mesa Agraria que se ha celebrado este miércoles en Barcelona. La estrategia planteada por el departamento, y consensuada con Unió de Pagesos, Joves Agriculturs i Ramaders de Catalunya y la Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya, será el posicionamiento que defenderá el Govern de la Generalitat en relación en la financiación, la estructura y medidas de la nueva Política Agraria Común (PAC) que se aplicará en el próximo periodo 2021-2027.

En relación con el acuerdo, la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, ha destacado la importancia de contar con el apoyo del sector a la hora de reclamar “la regionalización de los fondos y que los planes estratégicos se establezcan a escala territorial con el objetivo de poder hacer una gestión más eficiente y eficaz de las ayudas”.

Por otra parte, el departamento y el sector también han coincidido en el hecho de que “la nueva PAC se tiene que modernizar y simplificar con políticas que fomenten zonas rurales dinámicas y que aseguren la continuidad de un sector que tiene una enorme responsabilidad: garantizar que haya alimentos suficientes para la ciudadanía de este país y que estos alimentos sean de buena calidad, saludables y seguros,” ha explicado Jordà.

Plan estratégico

En el documento consensuado en la reunión de hoy, Administración y sector defienden la elaboración de un Plano estratégico catalán que incluya, entre otros, la definición de agricultor genuino con indicadores objetivos. Este baremo tiene que permitir “que quien recibe ayudas de manera prioritaria sean aquellas personas y empresas que tienen la actividad agraria como actividad principal”, ha aclarado Jordà.

Respecto de las ayudas directas, se ha acordado que el Plan prevea la definición de un nuevo modelo que abandone la referencia histórica de los derechos, siempre y cuando haya mecanismos correctores para amortiguarlo y el mantenimiento del régimen de pequeños agricultores para dar apoyo a las pequeñas explotaciones por su contribución al desarrollo territorial. También se propone pedir el aumento de los fondos destinados a las ayudas asociadas dirigidas a la mejora de la competitividad y sostenibilidad de las explotaciones y a la calidad de la producción, y mantener las medidas contra la volatilidad y crisis de mercado, aunque su aplicación tendrá que ser más flexible y ágil para poder hacer frente a los problemas puntuales de algún sector. Por eso, se considera necesario defender el establecimiento de indicadores objetivos que desencadenen de manera automática los mecanismos de crisis del OCM para las perturbaciones de mercado.

El documento también defiende la incorporación de jóvenes como una herramienta imprescindible para garantizar la actividad agraria y la resiliencia del mundo rural. Sobre este punto, la consejera|consellera de Agricultura ha precisado que “hay" que respetar" la singularidad en el modelo de incorporación de jóvenes que hemos desarrollado en Catalunya; no se puede aceptar ninguna regresión ni en los objetivos ni en el desarrollo de la medida”.

Asimismo, el Plano estratégico catalán tendrá que incluir desde el inicio, en su definición, las demandas referentes al refuerzo de las inversiones que contribuyan a la mitigación del cambio climático y las relativas a la incorporación de la perspectiva de género. Finalmente, entre los puntos acordados se plantea que las ayudas Leader, destinadas a la dinamización del mundo rural, puedan completarse con otros fondos estructurales que no sean los estricament agrícolas y que permitan abordar el desarrollo local de manera integral, económica y social.