AGRICULTURA FRUTA
Las fincas de producción integrada podrán acogerse al plan de arranque
Tendrán que calcular el momento para asegurar que no perderán las ayudas cobradas || Las indemnizaciones para los primeros arranques se cobrarán a finales de año
Imagen de archivo de árboles frutales arrancados en una finca en Lleida.
Los productores de melocotones, nectarinas y paraguayos que estén acogidos a las ayudas de producción integrada podrán acogerse finalmente al plan de arranque, pero deberán tener en cuenta las circunstancias de sus explotaciones para evitar tener que devolver ayudas medioambientales, según explicó ayer el departamento de Agricultura en una reunión con representantes del sector.
La consellera de Agricultura, Teresa Jordà, anunció a mediados de febrero que la Generalitat pagará en solitario, sin colaboración del ministerio, 10 millones de euros para que los productores puedan arrancar 2.000 hectáreas de melocotón, nectarina, paraguayo, y platerina, “para reducir la oferta”, equivalentes a 80.000 toneladas. El plan prevé ayudas de 5.000 euros por hectárea y que la superficie máxima subvencionable sea de tres hectáreas por productor.
El plan, subvencionable con 10 millones de euros, prevé el arranque de 2.000 hectáreas de frutales
Las ayudas de producción integrada incluyen lo que se conoce como condicionalidad, es decir, que el payés se compromete a mantener sus fincas durante cinco años, un período que se cumple en este 2019.
Durante ese plazo, el agricultor no puede arrancar más del 10% de la superficie. En caso contrario debería devolver las ayudas cobradas en los cinco años del compromiso, a razón de unos 280 euros por hectárea.
Para asegurarse no tener problemas a la hora de arrancar, el agricultor debe analizar la situación de su finca, según se puso de manifiesto en la reunión de ayer. Según explicó Francesc Pena (UP), si una explotación tiene 30 hectáreas o más, el productor que cobra ayudas de Producción Integrada puede arrancar 3 hectáreas, el máximo subvencionado por el plan. En caso de que tenga, por ejemplo, 20, podría arrancar dos hectáreas este año y dejar una tercera para el próximo, dado que el programa de reducción previsto es de carácter plurianual. Una tercera opción, independiente para cualquier productor, es recoger la fruta el próximo verano y aplazar el arranque para después de la campaña.
En la reunión, el departamento anunció que los payeses que deseen arrancar este año árboles frutales y lo hagan antes del próximo 20 de mayo, recibirán las ayudas económicas a finales del año 2019. Esta era una de las peticiones que se han hecho desde la producción, según explicó Pere Roqué, presidente de Asaja Lleida, presente en la reunión.
En el caso de que los arranques se efectúen con posterioridad al 20 de mayo, las ayudas se abonarán entre 2020 y 2021.
