AGRICULTURA PREVISIONES
Fepex calcula que la cosecha de fruta de hueso volverá a niveles de 2017
Unió de Pagesos estima que podría ser inferior por afectaciones del frío en diversas zonas || Arranca la campaña de la cereza con menos producción y demanda floja
La federación española de productora de fruta Fepex, de la que forma parte la patronal catalana Afrucat, prevé que la cosecha de frutas de hueso en Catalunya registrará volúmenes similares a los de hace dos años. Según los datos de la conselleria de Agricultura, hace dos años se rozaron los 568 millones de kilos en toda Catalunya, de los que casi 517 correspondieron a las comarcas de Lleida. En la campaña de 2018, sin embargo, las previsiones de cosecha se hundieron entre un 12%, en el caso de la pavía, y el 19%, para la nectarina. En concreto, el departamento que dirige Teresa Jordà apuntó a poco más de 471 millones de kilos, con caso 429 de Lleida.
Con todo, la patronal española Fepex, quiso ser cauta y admitió que aún es pronto para hacer previsiones en el caso de Catalunya, dado que es una zona de recolección más tardía que Murcia o Andalucía, territorios que ya han empezado a sacar al mercado sus frutos más tempranos. De hecho, el responsable de fruta de Unió de Pagesos, Francesc Pena, considera que Lleida volverá a niveles de producción del año 2016, mucho más cortas que las de la campaña siguiente. Apunta a que se aprecian afectaciones por el frío en algunas zonas. “Estamos hablando de zonas de huerta, de regadíos históricos, pero también en partes hondas de regadíos nuevos. Cuando la semana que viene suban las temperaturas, muchos árboles tirarán al suelo frutos en estadio muy pequeño que ya vemos que están afectados”, apuntó.
Los precios, de unos 5 euros para el agricultor, están claramente por debajo del año pasado
Entretanto, el Baix Segre ya ha comenzado la campaña de recolección de la cereza, marcada por un descenso de producción con respecto al año pasado y que, además, se ha visto perjudicada por las lluvias de los últimos días. Cuando el fruto está cerca de su recolección, el agua puede hacer que se hinche y se llegue a romper su piel, un fenómeno que se conoce como craking. Además, las bajas temperaturas que se están registrando en Europa en estos días se traducen en una demanda baja, según explicó ayer Francesc Pena. “Calculo que en estos momentos las partidas sin contar el cracking pueden tener un precio para el agricultor de unos 5 euros el kilo, son cuatro euros menos que al inicio de la campaña pasada. Además, si en una partida tienes un 20, un 25 o un 35 por ciento de cracking hay que descontar en el precio”. Con todo, destacó que la menor producción se está traduciendo en frutos con unos niveles de azúcares superiores, lo que confiere mayor calidad.