COMERCIO ACUERDO
“No somos moneda de cambio”
Después de más de veinte años de negociaciones, el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, organización que incluye a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, ya es prácticamente una realidad. Solamente falta que los Estados miembros de Mercosur, de la UE y la Eurocámara ratifiquen el pacto, lo que dará lugar a un mercado con casi 800 millones de consumidores.
Tal y como reconoció el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, Europa ha tenido que efectuar “significativas concesiones” en materia agrícola y agroalimentaria. Son precisamente estas cesiones ante las demandas sudamericanas las que han puesto en alerta a las organizaciones agrarias, que están a la expectativa de lo que “la letra pequeña” del documento pueda revelar. “Tenemos que estudiar bien este acuerdo porque los costes de producción aquí en Europa son más caros porque hay más impuestos y mayores controles de calidad, a ver cómo podemos competir con los productores sudamericanos”, señaló ayer Jaume Pedrós, coordinador de Unió de Pagesos en Lleida, que hizo hincapié en que “nos podemos encontrar con que entren en el mercado productos más baratos y de dudosa calidad”. Pedrós también denunció que el acuerdo se haya fraguado “en los despachos” y no se haya tenido en cuenta a los productores. Asimismo, criticó que mientras las administraciones dicen que se ha de cuidar el sector primario y combatir la desertificación, pero al mismo tiempo “nos dejan de la mano de Dios”. En la misma línea, el presidente de JARC en Lleida, Joan Carles Massot, también destacó que los productores de Mercosur tienen unos costes de producción más bajos y que tanto los tratamientos que les aplican a la fruta como los productos con los que alimentan a los animales son diferentes. A este respecto, destacó que los americanos pueden usar anabolizantes en el bovino, que están vetados en la UE. “No queremos ser moneda de cambio”, indicó. La Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac), ya ha dicho que este acuerdo podría rebajar los estándares de sanidad animal.
“Dicen que hay que cuidar al payés pero al mismo tiempo nos dejan de la mano de Dios”, lamenta UP
osaka
“Este pacto es el más importante de nuestra historia”. Con estas palabras definió el presidente argentino, Mauricio Macri, el acuerdo de libre comercio cerrado el viernes por la noche entre la Unión Europea y Mercosur, que solamente pende ya de la ratificación final de los países comunitarios y del Europarlamento y de los de Mercosur, que podrían exigir algunos retoques. Todos los líderes europeos y sudamericanos aplaudieron unánimemente el nacimiento de un nuevo mercado con cerca de 800 millones de consumidores. El presidente del Gobierno central en funciones, Pedro Sánchez, que fue uno de los mandatarios que apostó más decididamente por el acuerdo, que beneficia sobre todo al sector del automóvil y a las grandes constructoras, manifestó que es una “excelente noticia para el empleo, las oportunidades empresariales generadas de prosperidad y desarrollo”. “Es el acuerdo comercial más grande del mundo”, aseguró. También el presidente francés, Emmanuel Macron, a pesar de las reticencias iniciales, se mostró satisfecho. “Es beneficioso porque los negociadores han tenido en cuenta todas las demandas que hemos hecho”, destacó, en sintonía con las palabras del líder brasileño, Jair Bolsonaro.Desde el otro lado del Atlántico, la mayoría de cámaras empresariales argentinas y los exportadores uruguayos celebraron la eliminación de la mayor parte de los aranceles entre Mercosur y la Unión Europea.
El cono sur es el mayor proveedor de productos agrícolas de la UE Los países integrantes de Mercosur son el principal proveedor de productos agrícolas de la Unión Europea con el 20% del total. De hecho, el 67% del total de las exportaciones argentinas a territorio comunitario son de productos agrícolas. Además, los países europeos compran a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay el 70% de los productos para la alimentación animal que importan. Igualmente, el 80% de la carne de vacuno importada a la UE procede de estos cuatro Estados. En el caso particular de España, Brasil y Argentina son el segundo y tercer proveedor extracomunitario, respectivamente, de productos agroalimentarios, solamente por detrás de EEUU. En definitiva, serán eliminados los aranceles de importación para el 81,7% de los productos agrícolas, y el 17,7% restante tendrán algún tipo de cuota o preferencias fijas.