La Generalitat prohíbe construir nuevas granjas en siete municipios leridanos

El Govern ha aprobado este miércoles el Decreto de gestión de la fertilización del suelo y de las deyecciones ganaderas. El objetivo de la nueva normativa es asegurar la calidad de los suelos y de las aguas subterráneas del país, y garantizar, a la vez, la viabilidad y la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas y del sector cárnico catalán. Para conseguirlo, el decreto profundiza en un modelo de gestión basado en la valorización de las deyecciones como recurso. Asimismo, prevé limitaciones en cuanto al incremento de ganado en zonas vulnerables por nitratos. En este sentido, establece una moratoria de dos años para ampliaciones y construcción de nuevas granjas en los 66 municipios del país que tienen un alto índice de carga ganadera. El decreto también introduce la prohibición de aplicar purines en festivos y fines de semana cerca de núcleos urbanos.

El decreto está firmado por los departamentos de Agricultura; Territorio y Sostenibilidad, y Salud y ha sido trabajado y concertado por la Administración con el sector. La nueva normativa pretende asegurar que la gestión real sea más eficiente, haciendo un uso más adecuado de los fertilizantes orgánicos y minerales para mejorar la calidad de los suelos y de las aguas subterráneas, a la vez que quiere garantizar la viabilidad y la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas del país.

Para conseguirlo, se prevén tres grandes líneas de actuación: la mejora en origen en la gestión de las deyecciones de las explotaciones ganaderas, incluyendo su tratamiento; la innovación y mejora en las aplicaciones en los suelos, mediante una fertilización orgánica de excelencia, y el control y seguimiento de estas aplicaciones, garantizando su trazabilidad.

El Decreto promueve la valorización de las deyecciones como recurso dentro de un esquema de bioeconomía circular, con una fertilización ajustada a las necesidades de los cultivos, una aplicación hecha con maquinaria adecuada e, incluso, cuando haga falta, en la exportación de los excedentes de nutrientes. El decreto, aparte del régimen sancionador, refuerza el Plan de control y potencia el sistema de control de los nutrientes en el suelo. Así, se toman 500 muestras de suelo agrario al azar que son analizadas, para comprobar que no se superan las concentraciones máximas de nutrientes en el suelo.

Aplicación práctica del modelo de gestión

En origen en la granja, el objetivo es reducir el volumen de estiércol y purines así como del nitrógeno, y otros nutrientes, generados en las explotaciones ganaderas, mediante la mejora de la alimentación del ganado y el uso de nuevas tecnologías; mejorar los sistemas de almacenamiento y potenciar los sistemas de tratamiento que permiten la exportación de nutrientes fuera de las zonas con alta densidad ganadera, en un esfuerzo de bioeconomía circular.

En destino, se pretende garantizar una fertilización de excelencia ajustada a las necesidades de los cultivos y de los suelos. Una normativa ya prohíbe las aplicaciones de purines con abanico o abanico, evitando así pérdidas de nitrógeno por volatilización, buscando incrementar la eficiencia y conseguir el máximo aprovechamiento de los nutrientes aportados.

En este sentido, los equipos de aplicación de deyecciones ganaderas tendrán que disponer de un sistema que permita una elevada uniformidad de distribución y un buen ajuste de la dosis, y tendrán que disponer de un conductímetre, u otro método de precisión equivalente, que permita estimar la concentración de nutrientes del purín. Para las dos obligaciones se ha establecido un periodo transitorio a fin de que el sector se pueda adaptar. También se establece un asesoramiento técnico obligatorio para los agricultores para conseguir una buena fertilización.

Otra de las medidas que introduce el decreto con el fin de minimizar las molestias al conjunto de la ciudadanía es que acortan los periodos de aplicación y enterrado y se prohíben las aplicaciones de fertilizantes orgánicos como purines en festivos y fines de semana a menos de 500 metros de núcleos urbanos. En concreto, no se podrán aplicar desde las tres de la tarde del viernes o víspera de festivo hasta las doce de la noche del domingo o bien del día festivo. Se exceptúan, sin embargo, las aplicaciones con inyectores que dejen el fertilizante totalmente incorporado dentro del suelo, así como las aplicaciones de productos incluidos dentro del ámbito de aplicación de la normativa de productos fertilizantes o de sustratos.

Los titulares de las explotaciones ganaderas y agrícolas tendrán que hacer una declaración anual relativa a la gestión de las deyecciones y otros fertilizantes nitrogenados, tan orgánicos como minerales, con la finalidad de garantizar su trazabilidad. Por otra parte, para garantizar la trazabilidad del transporte, si la parcela a fertilizar es además de 10 kilómetros (a 5 kilómetros dos años después de la publicación del decreto), o bien si se trata de una empresa de servicios, hará falta que los equipos de transporte de deyecciones ganaderas vayan equipados con un dispositivo electrónico de posicionamiento global (GPS), con el fin de asegurar una mayor trazabilidad de las aplicaciones de deyecciones ganaderas a larga distancia.

Limitaciones al incremento de ganado en zonas vulnerables por nitratos

El decreto también establece una moratoria absoluta de dos años, a partir de la publicación del decreto, para la construcción de nuevas granjas y ampliación de la capacidad de aquellas existentes que estén situadas en uno de los 66 municipios con un alto índice de carga ganadera (ICR), es decir superior a 1,2.

La mayoría de estos municipios se ubican en la Cataluña Central (48). En las comarcas leridanas son siete los municipios con un ICR superior a 1,2: Puiggròs (Garrigues), Bellmunt d'Urgell (Noguera); Golmés, Miralcamp, Mollerussa i Vilanova de Bellpuig (Pla d'Urgell); Soses (Segrià).

Para el resto de explotaciones ganaderas situadas en zonas vulnerables por nitratos -con un índice de entre 0,8 y 1,2-, el incremento de ganado sólo será posible con la exportación de nutrientes fuera de la zona vulnerable. El decreto determina que se asigne a cada explotación ganadera una cantidad de nitrógeno de referencia, que es el máximo que podrán aplicar en las zonas vulnerables.

Revalorizar las deyecciones

La nueva normativa busca promover las deyecciones ganaderas que generan las granjas como un recurso que, bien aplicado, puede mantener o incluso mejorar la calidad de los suelos agrícolas, lo cual se traduciría en un incremento sustancial del potencial productivo de los cultivos implantados. Con este objetivo, hace más de quince años que la Generalitat trabaja en la investigación y la experimentación de campo y ofrece asesoramiento a las explotaciones para la correcta gestión de las deyecciones.

Además, en los últimos años, se han puesto en marcha programas de investigación cofinanciados entre Agricultura y la Unión Europea, como el del proyecto Life Futur Agrari, el Life Agriclose y el proyecto de cuencas hidrográficas, que han servido para hacer llegar al sector aquellas herramientas existentes para mejorar el manejo de estiércol, purines, gallinazas y otros abonos, así como para dar pautas para minimizar los contenidos elevados de nutrientes en zonas de Cataluña con una elevada concentración ganadera.