AGRICULTURA FRUTA
Los precios de la fruta de hueso llegan a caer hasta un 38% en los calibres más bajos
Las bajadas de precios con respecto al año pasado son generalizadas || Pero melocotones, nectarinas y paraguayos de mayor tamaño resisten mejor y el amarillo de cuádruple A llega a mejorar 10 céntimos
Los productores de fruta habían lanzado la voz de alarma por los bajos precios en los mercados y ahora los datos oficiales de la Generalitat confirman sus advertencias. La información de la conselleria sobre precios medios al acabar el mes de julio confirman el derrumbe de los precios de hasta un 37,87% en el caso del melocotón amarillo de calibre A, del 36,92% en el paraguayo del C o del 32,14% si hablamos de una nectarina amarilla del mismo tamaño. La caída es espectacular en el caso de los calibres pequeños, que este año abundan por razones de los efectos de la meteorología adversa, combinadas con un incremento de costes de mano de obra que ha reducido en algunos casos las labores de aclarado.
Las frutas de los tamaños más grandes, por su parte, parecen defenderse mejor en un mercado que vuelve a situar cotizaciones que distan mucho de ser rentables para los payeses. Las caídas son menores, pero también hay que tener en cuenta que la oferta de calibres grandes es reducida. En el caso de los calibres triple A el paraguayo baja un 4,87%, la nectarina blanca se resiente un 3,79% de la crisis, mientras que la nectarina blanca es la que más acusa un nuevo año de crisis, con un desplome de precios de un 15,38% con respecto a las mismas fechas del año pasado, a tenor de los datos que publica la conselleria que dirige Teresa Jordà. Como excepción, el melocotón amarillo de cuádruple A mejora y se valora a 10 céntimos más que en 2018 por su escasa oferta.
Los precios se sitúan entre los 76 y 80 céntimos de euro para los calibres mayores salidos de central
Como ha publicado SEGRE, los payeses temen encadenar la sexta campaña de precios bajos. La campaña comenzó con una oferta de calibres pequeños a raíz del mal cuajado provocado por heladas primaverales y los precios fueron claramente inferiores a los que pueden considerarse normales en fruta temprana. Los problemas de la producción no quedaron ahí y las olas de calor, en especial la de finales de junio y principios de julio provocaron quemaduras en mucha fruta.
Los productores reclaman medidas para afrontar la situación y alertaron que, entre las posibilidades era sacar del mercado los calibres más pequeños, a través de los mecanismos de retiradas subvencionadas.