GANADERÍA ANÁLISIS
La provincia de Lleida, líder en producir porcino pero Girona y Barcelona dominan la industria
Sacrifican cuatro veces más que Ponent, que encabeza el engorde en todo el Estado
Las granjas de porcino de Lleida son líderes en producción en el Estado, pero el sector se mantiene muy lejos de la cabeza del ranking en industrialización. Barcelona y Girona sacrifican en sus mataderos cuatro veces más que las empresas de Ponent, pese a contar con firmas como BonÀrea en Guissona o el Grupo Jorge en Mollerussa.
La provincia de Lleida se mantiene como líder indiscutible en el Estado en la producción de ganado porcino, pero el sector sigue cojo en la transformación y buena parte de la cabaña tiene que acabar en camiones para su traslado a otras demarcaciones para el sacrificio. En concreto, las granjas de Lleida cuentan con un censo estimado de 4,362 millones de animales, pero el balance de sacrificios en los mataderos leridanos apenas alcanzan los 2,378 millones. De hecho, las provincias de Girona y Barcelona cuadruplican las matanzas de las comarcas de Ponent, según los datos que acaba de hacer públicos el ministerio de Agricultura referidos al año 2018. El sector cárnico de Lleida ni siquiera aparece en el podio de mataderos, que completa Zaragoza, y se sitúa séptimo tras Salamanca, Málaga y Cuenca.
Las dos provincias catalanas prácticamente cuadruplican el balance de los mataderos locales, dado que alcanzan un volumen de sacrificios de 10,446 millones de animales, en el caso de Girona, y 9,597, en las comarcas de Barcelona. En Aragón, Zaragoza alcanza la matanza de 5,473 millones de cerdos. Huesta, por su parte, que es la segunda del Estado en producción con una cabaña estimada de poco más de cuatro millones de animales, sacrificó uno.
El año pasado la cabaña porcina creció en Lleida en 184.360 animales y los sacrificios, en 128.630
Este desfase en Lleida entre cebo y primera industrialización se produce a pesar del significativo crecimiento de la actividad en las salas de sacrificio de la provincia, que crecieron un 5,715 el año pasado, lo que supone 128.630 animales más. Pero la cabaña también siguió subiendo, en concreto un 4,41%.
El sector en la provincia está capitaneado por BonÀrea, que el año pasado dedicó buena parte de sus inversiones en el complejo cárnico de La Closa precisamente al matadero de porcino y al secadero de jamones. También se deja notar en esta evolución al alza las inversiones del Grupo Jorge en su matadero de Mollerussa, en el que este verano ha ejecutado el acuerdo que suscribió con CCOO y UGT para contratar directamente a los 350 empleados.
Este verano también el grupo Pini ha estado haciendo las pruebas para su puesta en marcha definitiva de su matadero de Binéfar, con una inversión estimada de 70 millones de euros y en el que se estiman que los sacrificios llegarán a 3 millones de cerdos al año, más que en toda la provincia de Lleida. En Épila, por su parte, está previsto que en 2021 BonÀrea tenga en marcha su nuevo complejo a imagen del de Guissona.