La Fira arranca con la demanda de unos precios justos para los agricultores

La demanda de precios justos para agricultores y ganaderos se convirtió ayer en la clave de la jornada inaugural de la Fira de Sant Miquel. Con la protesta de viticultores y productores de avellana venidos a Lleida, la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, pidió la implicación del sector y la sociedad, junto con la Generalitat, para conseguirlos.

La consellera Jordà centró ayer su discurso de inauguración de la Fira de Sant Miquel-Eurofruit en la demanda de precios justos, que situó como prioridad de su departamento. Un mensaje que lanzó entre los gritos que lanzaban una veintena de productores de avellana y viticultores llegados al certamen desde Tarragona y el Penedès y que denunciaban especulación en sus sectores para forzar caídas de cotizaciones. Jordà insistió en que la Fira de Sant Miquel demuestra la vitalidad del sector y que más que una “fira és una firassa”par. A renglón seguido insistió en que el futuro del campo pasa por aspectos como la incorporación de jóvenes, la internacionalización y la innovación. Pero admitió que “si no conseguimos precios justos, esto no tirará adelante”. En este punto, aludió a la necesidad de que el país asuma este reto, desde el Govern a la sociedad, pasando por el propio sector para conseguir cotizaciones “con las que el payés se pueda ganar dignamente la vida”.

Bajo un sol de justicia y en una inauguración que ayer salió del Palau de Vidre a celebrarse a sus puertas al aire libre, Jordà tuvo que esforzarse en algunos momentos para hacer llegar su mensaje por encima de las consignas de denuncia de la situación de los precios del vino y la avellana. La consellera logró arrancar aplausos del público cuando dijo que no le molestan las pancartas, como las que portaban los payeses convocados por UP, ni escuchar el clamor de una petición de precios justos, dijo.

En su discurso, se comprometió a llegar hasta donde sea posible para la consecución de esas cotizaciones y defendió la necesidad de cambiar el paradigma actual con sectores perjudicados hoy como los de la fruta dulce, frutos secos o la viña. Posteriormente ante la prensa alertó de la incongruencia de que en el mercado un consumidor pueda comprar un aceite de oliva envasado en Italia y que realmente está producido en Lleida a un precio muy superior al que se paga por el local, por ejemplo. Insistió en la necesidad de valorizar los alimentos sanos de calidad catalanes.