La industria cárnica calcula que los altos precios del cerdo le costarán 1.200 millones

Los altos precios que está alcanzando el cerdo en los mercados, dada el incremento de la demanda de China por los problemas que tiene de peste porcina africana, se han convertido en una moneda con dos caras muy diferentes. Para los productores de animales supone un importante incremento de sus márgenes. Pero para la industria de elaborados cárnicos representa trabajar con unos costes de producción disparados que no pueden repercutir directamente a sus clientes. La Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic) ha calculado que la subida de los costes de la materia prima representará un sobrecoste para las empresas de unos 1.200 millones de euros. Pero este es un calculo conservador, según explica el secretario general de esta patronal, Josep Collado, dado que se ha hecho teniendo en cuenta un incremento de las cotizaciones del cerdo vivo en Mercolleida a lo largo de este año de un 30%, afirma. Pero destaca que cortes muy utilizados por la industria se han encarecido mucho más. Explica que la espalda o paleta se ha encarecido un 60%, la panceta lo ha hecho en un 40% y productos grasos han llegado a revalorizarse un 80%.

En este contexto, las empresas urgen medidas y, como ha avanzado SEGRE esta semana, quiere coordinarse con patronales de otros países como Francia e Italia para que se tomen medidas urgentes, pero también a medio y largo plazo. Se trata de buscar vías de alivio para la industria pero sin perjudicar a los ganaderos, remarca Collado. Entre ellas, apuestan por analizar la posibilidad de utilizar contingentes de entradas de productos a aranceles cero o muy bajos aprovechando acuerdos UE-países terceros, como pueden ser Chile, Canadá o Mercosur. Se trataría de comprar allí pancetas o paletas, no lomo, solomillo ni canales, indica la Fecic. Esta vía debería permitir una rebaja de precios en estas compras de un 15 o 20%. Pero también aspira a que se analice la posibilidad, en el marco de la Política Agraria Común, de establecer las llamadas restituciones a la exportación para productos cárnicos elaborados en determinados mercados. Este es un instrumento que ya se ha utilizado en el pasado en el sector agroalimentario y que necesitaría, en principio, del visto bueno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) pero que podría representar una posibilidad de incrementar los instrumentos del sector ante una situación de costes disparados.

Buscar nuevos clientes internacionales, en el punto de mira La patronal de las industrias cárnicas Fecic apuesta por tomar medidas también a largo plazo ante los problemas que les está generando la gran demanda de porcino de China y los elevados precios, que calcula que se pueden mantener hasta 2024 o 2025. Josep Collado, secretario de la Fecic, defiende la necesidad de analizar y trabajar, dice, en la apertura de nuevos mercados internacionales. “Se han de crear y consolidar y eso necesita de un trabajo intenso”, remarca. La apertura de mercados fuera de la Unión Europea requiere de negociaciones con los países objetivo y el establecimiento de protocolos de exportación. Una vez acordados, la entrada en los nuevos mercados no es tarea fácil y tan importante o más como su apertura es la consolidación, poder considerarlos como clientes estables.