Los trabajadores de Sada votan este jueves si aceptan el preacuerdo del ERE

Los trabajadores del matadero Sada de Lleida tendrán hoy la última palabra sobre el preacuerdo alcanzado ayer por el comité de empresa y la dirección de la planta en el transcurso de la quinta reunión de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE). Según explicaron fuentes sindicales a SEGRE, este encuentro “fue muy bien” y ahora está en manos de los empleados dar luz verde al entendimiento conseguido por las partes. Así las cosas, los trabajadores celebrarán este mediodía una asamblea para decidir si validan o no el preacuerdo. En relación a su contenido, estas mismas fuentes explicaron que la empresa pagará a los trabajadores que no sean recolocados y, en consecuencia, se vayan al paro la indemnización máxima por despido prevista en la legislación laboral. Esta era una de las exigencias en las que habían insistido los empleados de Sada, y hasta ahora había sido uno de los principales escollos en la negociación. En las últimas reuniones, no obstante, la dirección del matadero había ido acercando el montante de las indemnizaciones que ofrecía, desde los 20 días por año trabajado con un límite máximo de 12 mensualidades, a la posición de los empleados, que era precisamente la de percibir la cuantía máxima por despido prevista en la ley.

Entretanto, y a parte de este último fleco, la reunión que se celebró el lunes de esta semana ya había servido para cerrar otro de los puntos de discordia entre los representantes de los trabajadores y los de Sada, el de las recolocaciones. Y es que la empresa empezó por ofrecer el traslado de 33 trabajadores de Lleida a las otras plantas que Sada posee en València, A Coruña, Sevilla y Tenerife. Frente a ello, los sindicatos exigieron un mínimo de 100 recolocaciones. Finalmente, las partes acordaron que fueran 70 sobre los 223 afectados por el ERE, después de que Sada hubiera puesto sobre la mesa la cifra de 57 traslados. Otra de las cuestiones que ya había sido pactada era la de la situación de los 16 empleados prejubilados del matadero de la capital del Segrià. Empresa y comité acordaron dejarles al margen del ERE con el que Nutreco, matriz de Sada y que forma parte del grupo neerlandés SHV, quiere cesar la actividad en las instalaciones de la histórica Copaga, que presentó suspensión de pagos en 2002. Nutreco compró hace más de una década la planta y entonces se cifró la operación en 19,7 millones.