«La burbuja de la PPA podría ser similar a la del sector inmobiliario»

Aleix Sala vive en Melió, núcleo agregado de Sant Guim de Freixenet, y tiene 39 años. Se ha hehco cargo desde hace 6 de la explotación familiar de ciclo cerrado de porcino que ya iniciaron sus padres. ¿Como ve la situación actual del sector tras un 2019 marcado por unas cotizaciones excepcionales por el problema de la peste en China?

Supone una entrada de ingresos alta que no teníamos prevista por el incremento de las compras por parte de países como el gigante asiático. Se han abierto mercados nuevos, hay más demanda y han crecido las exportaciones.

Algunos informes alertan que en el sector porcino puede generarse una burbuja. ¿Qué opina al respecto?

Si. La situación actual del mercado puede animar a los grandes inversores a hacer macroproyectos que acabarían con las explotaciones familiares. Puede generarse una situación igual a la que se vivió con el sector inmobiliario en la última crisis económica.

¿Cómo ve el futuro del sector?

És un sector muy inestable a nivel de precios. Cada vez hay más grandes proyectos, y los márgenes son más reducidos por lo que los grandes productores salen beneficiados. Las empresas familiares tenemos un futuro dudoso frente a esos grandes inversores.

En su opinión, ¿cuáles son los grandes retos a los que se enfrenta su sector?

Para mí, uno de los retos más importantes es el medioambiental. Hay que hacer el trabajo muy bien hecho, especialmente en todo lo que se refiere a la gestión y el tratamiento las deyecciones ganaderas. Estamos hablando de un tema clave y vital.

Los payeses en general se quejan muchas veces que tienen tanto trabajo en las explotaciones como ante el ordenador por la burocracia. ¿Es precisamente la burocracia otro reto?

Cualquier ampliación o crear una nueva explotación es compleja. En parte es correcto, tiene que haber unos mínimos, pero siempre hay cuestiones en las que no tendría que afinarse tanto. Hacer una explotación nueva lleva 2 años de trámites como mínimo.

¿Tiene miedo a que pueda llegar la peste porcina?

Sí. Estamos en una nube colgando de un hilo. Con el temor de que entre la peste en España, y digo España porque es la marca que tenemos a la hora de exportar.

¿Ha realizado inversiones en bioseguridad?

De forma continua. Sin ella la producción no funciona. Cada vez los mercados están más ajustados, con márgenes más apretados. Si no cumplo a nivel de sanidad no sacaré crías y por otro lado si hay muchas mermas el negocio es inviable. Por otro lado, hay que destacar que el sector pasa por un momento de mala propaganda y debemos afrontarlo. Hay un video que sale por la tele sobre una granja con malas prácticas, que siempre las hay, y otra es el funcionamiento real del sector. Tenemos que poder mostrar nuestras granjas y que se vea como trabajamos.

¿Qué tipo de granja tiene?

Es una explotación de ciclo cerrado. En total, cuento con 600 cerdas reproductoras y las crías de hasta 18 kilos de peso, y luego, tengo 9.000 cerdos en integración.

En un primer momento, y está previsto que hasta el próximo viernes 14 de febrero, los ganaderos y los agricultores (con más de 25 hectáreas en regadío y de 50 hectáreas en secano) deberán presentar su respectivo informe de gestión de purines a través de un programa informático y, ya en el último trimestre de este año, será de obligado cumplimiento para todos.

Esto implica, según afirma Unió de Pagesos, un tratamiento de información cruzada entre ganaderos a través de la Declaración Anual de Nitrógeno (DAN) y los agricultores tanto de zonas vulnerables a la contaminación de acuíferos por nitratos como al resto, para evaluar si es correcta.