Teresa Jordà: «La agricultura debe contar más en euros que en kilos»

En esta entrevista, la consellera de Agricultura, Teresa Jordà (ERC), explica el sistema de las ayudas por el fuego del pasado mes de junio, que obliga a los agricultores a asegurar sus fincas para poder cobrarlas. De no hacerlo, deberán devolver las subvenciones y ante esta situación, payeses han convocado para mañana un corte de la carretera C-12 a la altura de Flix. La consellera también reflexiona sobre la crisis de precios del sector de la fruta dulce y sobre la reforma de la ley estatal de la cadena alimentaria.

Mañana el sector cortará la C-12 para mostrar su disconformidad con las ayudas por el fuego ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Puntualizaría que no son movilizaciones del sector. Son, que yo sepa, once agricultores que no están conformes con lo que explicamos y no hemos cambiado ninguna condición desde el primer día. El paquete de ayudas se hizo con el sector, con todas las organizaciones agrarias, que son las primeras que lo bendicen. No es verdad que el sector esté descontento. Hay, por lo que parece, 11 payeses que no abrazan las ayudas que planteamos.

¿Estos once agricultores son los que renunciaron a las ayudas?

Correcto. Hubo 83 solicitudes y damos cumplimiento a 75. Algunos renunciaron al no estar de acuerdo con las condiciones.

Otros afectados dicen que no les sale rentable porque el seguro que pide el departamento es más caro que la ayuda que reciben...

Esto no es así tampoco. Nosotros defendemos que los seguros se tienen que hacer porque permiten que cuando hay una inclemencia meteorológica tengas tus propiedades aseguradas. Además, como administración publica, lo que no podemos hacer es subvencionar lo que no es asegurable porque entonces nadie aseguraría nada. Hacemos distintos paquetes de ayudas: créditos blandos para circulante e inversiones y ayudas directas con condiciones muy buenas, pero sí que obligamos a asegurar para recibirlas. Estas ayudas las damos también a aquellos que hasta ahora no habían asegurado. Nosotros decimos que en el momento en el que la tierra sea productiva se deberá asegurar. Asegurar desde el primer día, evidentemente, pero si no se declara producción el seguro no cuesta nada. Los seguros nos sirven también como método de control.

¿En qué términos se tiene que contratar este seguro?

Si percibes la ayuda, contratas el seguro y empiezas a pagar cuando el terreno es productivo.

¿Será necesario asegurar para optar a otras ayudas del departamento por fenómenos meteorológicos como las inundaciones de octubre o el temporal Gloria?

Es la cosa más normal del mundo, pero siempre en el momento en que lo afectado vuelva a ser productivo. En otros lugares del país esto no nos sucede tanto porque la gente asegura mucho más. También hacemos ayudas para las comunidades de regantes del área del incendio y haremos una inversión importantísima para riegos en la zona. Los seguros en el caso que hablamos son de olivos en secano y es imposible que asegurar les cueste más que lo que producen.

¿Qué opinión le merece la reforma de la ley de la cadena alimentaria?

La estamos estudiando. La música suena bien, veremos la letra. No es nada fácil de aplicar. Nosotros ya trabajamos de la mano del sector en la ley catalana de la cadena.

La reunión en Lleida con el sector de la fruta fue polémica por unas declaraciones en relación a la calidad y alguien se lo tomó como críticas a la fruta de Lleida…

Lo que dije en esta reunión, que era un encuentro privado donde analizábamos las fortalezas y debilidades con el sector, es que tenemos que hacer lo posible para que a los lineales de los supermercados llegue la fruta con la máxima calidad para que los consumidores repitan. Creo que quien lo explicó fuera de la reunión lo tergiversó interesadamente. Nos diferenciamos porque hacemos el mejor aceite, arroz, cítricos y fruta. Si no nos diferenciamos con esto nos costará mucho más seguir adelante. Si cuando nos sentamos en una mesa para solucionar un problema grave tenemos que decirnos que todo va muy bien y no nos ponemos rojos y no batallamos para conseguir el bien supremo… Defiendo el mejor sector del mundo y si nos organizamos somos imparables.

¿Qué papel deben tener Lleida y Catalunya para luchar contra la crisis de precios de la fruta?

El problema es la crisis de precios en el sector en general. Estos días nos estamos viendo con las principales empresas de distribución. Hay una que defiende el producto del país y que tiene clarísimo que solo podemos salir de esta si damos valor al producto. Tenemos que dejar de obsesionarnos con contar kilos y contar euros. El consumidor no se queja si paga unos céntimos más cuando compra la pera de Lleida, porque sabe que es buenísima. Tenemos que ir todos a una. Si vendemos la fruta dulce de Lleida vendámosla como una marca, que el consumidor tenga claro que no le viene de 10, 15 o 25 céntimos, que para el productor es un abismo. Nadie tiene que enseñar a los productores de fruta de Lleida cómo se hace el mejor melocotón, platerina, nectarina… Si hacemos la mejor fruta, vendámosla como la mejor. Si vamos todos por separado, es muy difícil.