El precio del aceite de oliva, en su peor nivel desde 2010

Los productores de aceite de oliva han alzado la voz ante la crisis de precios que están sufriendo y que se traduce en el que los precios a los que se paga hoy el producto en España son los más bajos desde 2010. La información que publica periódicamente la Comisión Europea calcula que el precio este 2020 en España es de 2,13 euros el kilo, y para encontrar una cifra más baja nos tenemos que remontar nada menos que hasta 2012, cuando la información de Bruselas valoraba el producto en 2,06 euros.

Si la comparación de cotizaciones se hace con el año pasado, el sector ha visto reducido sus ingresos en 22 céntimos de euro por kilo. De hecho, la caída es constante desde 2017, cuando registró sus mejores ingresos por kilo, ya que se llegó a 3,79 euros, pero tenemos que tener en cuenta que hablamos de una campaña muy corta en producción. Dicho de otra forma, los oleicultores perciben hoy 1,66 euros menos por kilo, una caída de prácticamente un 44 por ciento.

Con estas cifras sobre la mesa es fácil entender el porqué de las movilizaciones de los oleicultores en las calles, con la salida de los tractores por el centro de las ciudades como ha pasado hace solo unas semanas en Lleida, en la que fruticultores y productores de aceite, entre otros, pedían medidas para garantizar unos ingresos dignos para los profesionales del campo.

Además, esta caída de los precios coincide en un momento en el que no existe una gran cosecha. Pero, al mismo tiempo, el mercado del aceite se enfrenta a un problema que agrava su situación. Los aranceles extraordinarios impuestos por Donald Trump al aceite español suponen una dificultad más para las ventas. Todo ello después de que las cooperativas y almazaras particulares de Lleida llevaran años apostando por abrir mercados en Estados Unidos y hubieran conseguido ir posicionándose cada vez más en ese exigente mercado. Los efectos de los aranceles se dejan notar en los resultados de las exportaciones a EEUU a lo largo del pasado año. La secretaría de Estado de Comercio cifra en 36,3 millones de euros las ventas de las empresas leridanas en Estados Unidos. En 2018, sin embargo, las ventas de aceite de oliva habían llegado a los 47,8 millones. Una parte de esta caída se explica pro el abaratamiento de precios, pero en buena medida se justifica también por la política proteccionista de Trump, que castiga al aceite de oliva español pero que, curiosamente, no aplica al producto italiano.

El producto italiano tiene un “prima” de 1,18 euros por kilo El mercado del aceite de oliva establece cotizaciones muy diferentes en función del origen, una batalla en la que Italia se mantiene como claro ganador. De hecho, consigue una “prima” de 1,18 euros por kilo por encima del español. Los datos de la Comisión Europea estiman en 3,31 euros el precio de un kilo este año, mientras que el de origen español apenas se sitúa en 2,13. Incluso el aceite griego consigue mejores valoraciones en los mercados, según Bruselas, que cifra en 2,23 euros el kilo de su aceite. Llama la atención que los operadores italianos compran mucho aceite en Lleida y en general en el mercado español. Precisamente lo usan para complementar y mejorar sus aceites que, sin embargo, encuentran luego mejores resultados comerciales.