BonÀrea, la mayor empresa de Lleida, está aplicando desde hace semanas planes de contención ante el coronavirus

Las empresas de Lleida, desde el autónomo y el agricultor hasta la mayor de las comarcas de Lleida, BonÀrea, están adaptándose a la nueva situación generada por la crisis de coronavirus con imaginación, para afrontar las restricciones y continuar con la actividad, y profesionalidad, para garantizar al máximo la salud de los trabajadores y los servicios. BonÀrea puede servir de ejemplo de toda una cadena agroalimentaria, dado que agrupa 1.200 ganaderos, con sus necesidades específicas, 5.000 operarios para poner en marcha su centro alimentario de La Closa, y los 2.000 trabajadores de la red de tiendas que venden los productos directamente al público.

Lleva casi un mes aplicando protocolos de actuación que ha ido adaptando en la medida de los acontecimientos y ya son ocho diferentes. En el primer eslabón, se trata de ofrecer a los granjeros los piensos y otros insumos necesarios para atender a sus animales, pero después llega el transporte, tanto de los animales a las granjas como posteriormente del reparto de la producción ya elaborada a las tiendas. En este capítulo, ha incrementado al máximo las medidas sanitarias, al tiempo que los viajes se hacen de punto de origen a punto de destino, sin paradas intermedias.

Las tiendas aplican medidas como limitar el aforo, compra individualizada y el pago con tarjeta

La firma ha ofrecido permisos, cambios de turno o reducir jornada a los empleados con hijos

Una vez en el centro cárnico, se ha optado por medidas también específicas en materia laboral. Por una parte, incrementando al máximo las personas que están teletrabajando, una operativa que está imperando en las labores de administración. En el caso de la producción industrial propiamente dicha, ha establecido medidas para que los empleados de los diferentes turnos de trabajo, dos habitualmente, no tengan que coincidir. Así, se han variado los horarios de entrada y salida para que exista media hora entre ambos y reducir en lo posible grandes grupos de personas en contacto. También se han puesto en marcha otras como la sectorialización de las zonas de comedores o los vestuarios.

En materia laboral, la compañía también ha adoptado medidas especiales para intentar dar respuesta a las nuevas necesidades de los empleados derivadas del cierre de colegios y de confinamiento de la población. El responsable de recursos humanos de la compañía, Antoni Condal, explica por ejemplo medidas específicas de conciliación, más allá del teletrabajo si este no es posible, como con permisos, cambios de turno o reducciones de jornada para aquellas personas con hijos menores de 12 años. Estas posibilidades también se ofrecen a personas que se puedan considerar especialmente sensibles al coronavirus, como aquellas que tienen patologías de carácter respiratorio o embarazadas, por poner un ejemplo. Pero también se buscan fórmulas para personas con hijos mayores de esa edad o que tienen a su cargo a personas dependientes.

La logística en general ha sufrido en los últimos días problemas en todo el territorio del Estado ante un boom del consumo por el miedo de los ciudadanos ante unas medidas de confinamiento desconocidas hasta ahora y ha llevado a las diferentes cadenas de supermercados a enfrentarse a una situación nueva. En el caso de BonÀrea, Condal explica que los camiones han cumplido todos los días con las tiendas, aunque admite que ha habido momentos especialmente críticos la semana pasada, cuando se produjeron los grandes picos de compras. De hecho, se llegaron a ver forzados a doblar algunos servicios e incrementar ciertas líneas de producción. Confía en que esta semana la situación se vaya normalizando y no se repitan imágenes como las vividas días atrás con género agotado por la tarde. Reconoce y quiere poner en valor el sacrificio de toda la plantilla de BonÀrea, en especial el de los empleados de tienda, con atención al público directa. En las tiendas se ha aplicado distancias de seguridad entre clientes y de estos con el personal, se reclama compra individualizada y el pago con tarjeta. En el caso de las fábricas, la normalidad impera también en las plantas de pienso y Condal remarca el valor del equipo humano y de los representantes de los trabajadores para llegar a acuerdos para afrontar esta situación.

El balance del momento más crítico, el de la semana pasada, se traduce en tiendas BonÀrea que han doblado ventas. Por una parte por parte de clientes que han apostado por llenar neveras ante la posibilidad de nuevas restricciones, pero también por efecto del cierre de bares, restaurantes y comedores escolares, por poner algunos ejemplos. Personas que antes comían fuera de casa ahora lo hacen en el hogar. BonÀrea también es suministrador de productos a colectividades que hoy están paralizados, pero las ventas en su red de supermercados propios han superado con creces la caída de esta parte de su demanda.

A la hora de resumir cómo están afrontando la situación y como encararán cualquier nueva exigencia, Condal se remite a palabras como imaginación, profesionalidad, creatividad y el apoyo del equipo humanos, de los trabajadores. Unas palabras que a buen seguro pueden repetir hoy cualquier empresa o trabajador en activo en Lleida y en cualquier punto del territorio.