Queso a domicilio para evitar cerrar

El comercio por internet y las entregas a domicilio se han convertido estos días en la salvación de los principales productores de queso del Pirineo. El principio de la primavera es para ellos el momento de mayor producción de la temporada, y llegan a estas fechas con las bodegas llenas de producto que esperan vender. Sin embargo, el estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus y la exigencia de confinamiento total de la población ha dejado a estos artesanos de un día para otro sin sus principales canales de comercialización: ferias de primavera, mercados semanales y visitas guiadas a sus obradores. Sin ellos, han tenido que reinventarse a marchas forzadas e introducir innovaciones en unos negocios arraigados en la artesanía y la tradición.

Unaa solución ha sido “hacer un cursillo acelerado de cómo montar una tienda online en dos días”, tal como explica Judit Carreira, de Formatges l’Abadessa, de La Seu d’Urgell. Esa productora reconoce que, desde el inicio de la crisis sanitaria, echa de menos “el trato directo con el cliente”, aunque asume ya que “muy a nuestro pesar, es algo que no podremos hacer durante algún tiempo”. Su transición hacia el comercio electrónico ha empezado con resultados prometedores. “En menos de 24 horas de tener en marcha el nuevo sistema de ventas, hemos recibido más de 200 pedidos”, explica. Los repartirán por toda Catalunya.

“Tenemos las bodegas llenas y a las ovejas y vacas no se les puede ordenar que dejen de dar leche”

“Aprendemos a marchas forzadas a trabajar de una forma diferente”, apunta. “Lo que está claro es que todos tenemos las bodegas y los obradores llenos de quesos, y a las cabras y las vacas no les podemos ordenar que dejen de producir leche”, concluye. Ellos mismos entregan los pedidos del Alt Urgell y de la Cerdanya, y para encargos fuera de estas comarcas, recurren a empresas de transporte. También otros obradores pirenaicos contactan estos días con clientes y les ofrecen llevarles queso a sus casas.

Obradores que no reciben visitas pero sí pedidos de sus clientes Mercè Lagrava, de la Formatgeria Serrat Gros de Josa de Cadí, en Josa i Tuixén, vendía más de un 70% de sus quesos en visitas al obrador y la crisis sanitaria les ha obligado a potenciar otras vías de comercialización. Estos días ofrecen a clientes habituales entregarles productos a domicilio. Salvador Maura, de la Formatgeria Mas d’Eroles de Adrall, en Ribera d’Urgellet, dice que las ventas directas a domicilio lo ayudarán a “sobrevivir”. Habitualmente vendía alrededor de mil kilos de queso al mes, una cifra que cree tardará en volver a vender si se prolonga el estado de alarma por el coronavirus.