Agricultura recupera las exigencias en controles sanitarios del porcino

La conselleria de Agricultura ha decidido recuperar todos los controles obligatorios y actuaciones sanitarias que se llevaban a cabo en el sector porcino contra enfermedades como la peste o el Aujeszky, después de que algunas llevaran suspendidas desde mediados del mes de marzo, en los peores momentos de la pandemia en Catalunya y cuando las medidas de confinamiento eran más duras. El responsable de porcino en Asaja de Lleida, Joan Graells, destacó que supone una vuelta a la normalidad, y puso de manifiesto la importancia de todas las prevenciones posibles “porque la peste porcina africana sigue presente en Europa y no podemos bajar la guardia si queremos seguir siendo líderes en el sector. Nos jugamos mucho y poco a poco debemos volver a la normalidad”, insistió.

En concreto, la conselleria ha explicado al sector que se incluye la realización de las encuestas y actas de bioseguridad en las explotaciones porcinas, además de la extracción de las 16 muestras en las explotaciones de engorde precias a la salida a matadero. Estas medidas responden al real decreto de 2009 por el que se establecen las bases del programa de coordinado de la lucha, control y erradicación de la en la enfermedad de Aujeszky. A partir del día 25 de este mes de mayo se denegarán todas las solicitudes de autorización de permisos de entrada de lechones en aquellas granjas que no hecho los controles serológicos previos a la salida a matadero.

Respecto al control de las entradas de animales procedentes de países intracomunitarios y terceros se ha reformulado la estrategia de muestreo y control clínico de los animales para que sea más efectivo en la reducción del riesgo de introducción de la PPA en Catalunya. En marzo, la conselleria había optado por reducir a la mitad las analíticas en caso de animales importados. Tradicionalmente se hacían dos: la primera a su llegada a la granja y la segunda en un plazo de 8-10 diez días. En los primeros momentos del estado de alarma se optó por hacer solo esta última prueba, pero sin restricción de movimientos de animales.

Paralelamente, la conselleria que dirige Teresa Jordà insiste en la necesidad de no bajar la guardia en materia de seguridad y sanidad animal.