El Hotel Rambla de Lleida también acogerá temporeros con covid-19 que se detecten en otras poblaciones
La Diputación asumirá los costes y aportará 214.000 euros a los municipios para sufragar gastos de la campaña
El Hotel Rambla de Lleida también acogerá a aquellos temporeros que se encuentren en municipios frutícolas del llano de Lleida y den positivo de covid-19. Así lo ha anunciado el presidente de la Diputación, Joan Talarn, en una reunión con alcaldes, dónde también ha precisado que la institución asumirá el coste de la operación con una aportación de hasta 300.000 euros para las 40 plazas que hay en este hotel, que inicialmente sólo tenía que acoger los casos positivos de la capital del Segrià. La Diputación también destinará 214.000 a los municipios donde se desarrolla la campaña de la fruta para sufragar gastos derivados de las medidas que se han tenido que implementar para garantizar la seguridad ante la pandemia del coronavirus.
Talarn ha explicado que aquellos temporeros a los que se les detecte la covid-19 no hará falta que se queden en el municipio donde están trabajando y podrán alojarse en el Hotel Rambla de Lleida, donde ya estaba previsto ubicar a aquellos temporeros que ahora se encuentran en la ciudad y pueden estar portadores del virus. Precisamente la Paeria y Salud empieza este martes a hacer tests a los temporeros que se encuentran durmiendo en la calle desde hace días.
Talarn ha añadido que incluso, si hay bastante espacio, al Rambla se podrían incorporar aquellos temporeros que sólo están confinados en los municipios porque tienen síntomas pero no han dado positivo a la prueba.
Por su parte, el vicepresidente primero de la Diputación, Jordi Latorre, ha explicado que desde el Área de Cooperación se destinarán 214.000 euros para sufragar gastos derivados de la situación. Es un 52% más que la partida del año pasado. Del total, unos 70.000 se destinarán al Ayuntamiento de Lleida y los 144.000 restantes entre 17 municipios del Segrià y el Pla d'Urgell.
Este dinero será para justificar gastos corrientes de contratación, alquileres, mantenimientos y suministros. Se cuentan aquellos municipios que tienen más de 750 hectáreas de fruta dulce, los que suscribieron un mínimo de 500 contratos el año pasado y los que disponen de como mínimo un albergue de temporeros.