Sindicatos y Generalitat abogan por no criminalizar la agroalimentación

Los sindicatos CCOO, UGT y el delegado del Govern en Lleida, Ramon Farré, coincidieron ayer en que no hay que criminalizar al sector de la agroalimentación. Todo ello, a pesar de que las centrales sindicales han presentado denuncias contra algunas empresas ante Inspección, CCOO contra Avidel y UGT contra el Grupo Jorge, relacionadas con discrepancias en cuanto a las medidas de seguridad. Mientras fuentes de los trabajadores apuntaban a que en el primero de estos mataderos ayer se estaban haciendo nuevos test a personal, fuentes de la compañía del Grupo Vall Companys dijeron que trabajan 600 personas y se han registrado 3 casos. Catorce compañeros que podían haber coincidido con ellos han dado negativo, e insistieron en las medidas de seguridad que ha puesto en marcha. Los sindicatos pidieron más concreción al departamento de Salud tras haber señalado al sector, clave en la economía de la provincia. De hecho, varias agroalimentarias consultadas se sienten tratadas injustamente con la información del lunes de Salud aludiendo a “cadenas de transmisión” del coronavirus en firmas de la provincia.

Mientras, las administraciones se mostraron de acuerdo con que Lleida no avance de momento en la desescalada. En este sentido, el presidente de la Diputación, Joan Talarn, explicó que “por delante de todo está la salud” y dijo que “esperamos avanzar pronto”. El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, aseguró que “sea cual sea la decisión definitiva, estamos hablando de una semana y nos seguiremos guiando por el principio de prudencia”. El delegado de la Generalitat en Lleida, Ramon Farré, dijo que “no se pierden unos días, se ganan para el mayor control de la pandemia”.

Asimismo, el presidente del consell del Segrià, David Masot, dijo “respetar la decisión” aunque “nos duela” porque “si no pasamos de fase es por algo”. El presidente del Pla, Rafel Panadés, apuntó que han notado “una cierta relajación, que puede llevar a esta situación” y su homólogo en el Urgell, Gerard Balcells, indicó que “servirá para que la gente entienda que el virus aún está activo”. Mientras, el alcalde de Solsona (Catalunya Central), David Rodríguez, se mostró satisfecho con que su municipio avance a la segunda fase y dijo que el peligro es que la gente no siga las medidas de seguridad.