El pedrisco golpea el llano de Lleida y se ceba en especial con el Urgell

La primera tormenta de granizo y fuerte lluvia de esta primavera descargó ayer en las comarcas del llano de Lleida, pero se cebó en especial en poblaciones como Bellpuig o Vilanova de Bellpuig, según las primeras estimaciones de organizaciones agrarias. Aunque habrá que esperar a hoy para poder hacer un primer análisis, se calcula que sólo en estos municipios puede haber del orden de 500 hectáreas afectadas, con daños del 80% e incluso superiores en fincas de frutales de pepita, además de cereales como maíz totalmente tumbados por efecto de la gran cantidad de lluvia caída. La fuerte granizada, caída entre las 18.00 y las 18.30, tiñó de blanco las calles de municipios como Bellpuig y Anglesola. En esta última localidad cayeron 25 litros por metro cuadrado en 7 minutos mientras que en Bellpuig registraron unos 40 litros en un par de horas. El alcalde de Bellpuig, Jordi Estiarte, explicó que “ha habido muchas inundaciones de bajos y garajes porque algunas alcantarillas no daban abasto, quedaron taponadas por el granizo y no podían absorber el agua”. También cayeron un par de cables eléctricos, aunque sin dejar sin suministro eléctrico a los vecinos, y entró agua en la escola bressol L’Escoleta. En Anglesola también se inundaron garajes y bajos de particulares y cayó un árbol de grandes dimensiones. Según el primer teniente de alcalde, Enric Valls, se trató un frente “muy virulento”. En Tàrrega se registraron 22 litros en menos de 15 minutos, según Salvador Cos del observatorio de La Ravaleta, acompañados también de granizo.

Pero el granizo cayó en mayor o menor medida en puntos del Segrià, el Pla d’Urgell y Les Garrigues, además del Urgell. En muchos casos era de pequeño tamaño y muy mezclado con agua pero hoy se prevé que los payeses puedan analizar la situación en poblaciones como Alpicat, Torrafarrera, Gimenells, Ivars d’Urgell, Linyola, CAstell del Remei, Tàrrega, Alcanó, Les Borges Blanques o Arbeca por ejemplo.

Los Bomberos hicieron una veintena de salidas, la mayoría en la capital del Segrià, Bellpuig y Guissona, por inundaciones en bajos por la acumulación de agua y granizo. También tuvieron que retirar árboles caídos como en la plaza Sant Jordi, en el barrio de La Bordeta de Lleida. Hubo inundaciones en vías como la A-22 a la salida de Lleida hacia Almacelles y la L-311 en Torrefeta, en la Segarra.