AGRICULTURA LABORAL
Cruce de acusaciones en plena campaña de la fruta
Organizaciones agrarias, contra la criminalización del sector || UGT y Fruita amb Justícia Social, contra la de los temporeros
Miembros de Fruita amb Justícia Social, ante la sede de Afrucat.
La campaña de la fruta de este año está siendo especialmente compleja en el contexto de la pandemia de coronavirus, y una muestra de ello fue ayer con el cruce de acusaciones y defensas entre organizaciones agrarias, sindicatos de trabajadores, la plataforma Fruita amb Justícia Social y la subdelegación del Gobierno.
La jornada comenzó con reuniones por parte del subdelegado, José Crespín, con representantes del sector agrario, quien pidió no criminalizar el campo, al tiempo que instó a poner en valor la labor del sector. Tras sus encuentros con líderes de UP, JARC, Asaja y Afrucat, defendió que es un “sector que genera riqueza y ha implementado todas las medidas de seguridad e higiene necesarias para ofrecer seguridad a los trabajadores y a la producción”.
La plataforma social ha pedido a Inspección de Trabajo que vigile todas las frutícolas y los mataderos
Poco después, UGT FICA de Catalunya denunciaba lo que considera trato discriminatorio de algunos consistorios, citando el de Aitona que, en un bando a los vecinos, pidió “a todos los trabajadores de centrales de fruta y del campo que para evitar contagios limiten su actividad en espacios públicos y privados y, una vez finalizada la jornada laboral, permanezcan en sus casas y únicamente salgan a la calle cuando sea estrictamente necesario”.
Horas después fue la Plataforma Fruita amb Justícia Social la que en una comparecencia ante la prensa explicaba que ha reclamado a la Inspección de Trabajo que actúe de oficio contra irregularidades que, dijo, ha detectado en la campaña, tanto en el campo como en las centrales. Entre ellas citó desde incumplimientos del convenio en materia laboral, a la falta de equipos de protección para los trabajadores como pueden ser las mascarillas, pasando porque muchos temporeros no tienen acceso a alojamientos dignos, a pesar de que los empresarios deben facilitarlos si los empleados viven a más de 75 kilómetros de su puesto de trabajo. La Plataforma también se mostró preocupada porque “el segundo brote no sea el racismo”, después de que “los últimos días han proliferado mensajes de odio responsabilidad los temporeros” por los brotes de Covid-19 detectados en el Segrià. Creen que este año han llegado más temporeros que en otras campañas, lo que atribuyen a la llamada efectuada por la patronal frutícola Afrucat.
