AGROALIMETACIÓN ANÁLISIS
El freno en grandes mercados alarma al sector del vino
Por la crisis de la hostelería, el Brexit y los aranceles en EEUU || El mildiu condiciona el volumen a vendimiar en Catalunya
La producción estará condicionada por la afectación del mildiu.
La vendimia se extiende por todo el Estado, con buenas previsiones en el campo y medidas de seguridad para los temporeros, pero con perspectivas muy inciertas sobre el destino de la uva por la parálisis de mercados a causa de la Covid-19. Viticultores de todo el Estado se han incorporado a la campaña, a la que ha dado el pistoletazo de salida Lleida con la bodega Raimat, con estimaciones de cosecha buenas en general, pero con problemas por el mildiu en Catalunya, y con mucha incertidumbre por la crisis en la hostelería y otros factores como el Brexit o los aranceles de EEUU.
En una campaña que se extenderá hasta octubre, las medidas de seguridad marcan la recolección. Las estimaciones de cosecha en el Estado oscilan entre los 43 y 44 millones de hectolitros (entre un 16 y un 19% más que en 2019), pero son preliminares porque dependiendo del clima podrían variar e incluso ascender a los 45 millones, según el presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias y vicepresidente de Dcoop, Ángel Villafranca. Afirma que para el sector se abre un “nuevo período de incertidumbre con mayúsculas”, si bien se aplicaron medidas en julio para autorregular la oferta en España, con el apoyo de la Unión Europea (UE). A su juicio, el escenario es “preocupante”, por las nuevas restricciones a la hostelería o el ocio nocturno, a los que se suman los aranceles de EEUU o la sombra de un Brexit sin acuerdo.
La vendimia está marcada por las medidas de seguridad en el campo y en las bodegas
Por este motivo, reclama que las medidas extraordinarias se amplíen a la vendimia nueva, la 2020- 2021. Cooperativas y organizaciones agrarias piden, además, un presupuesto específico destinado a ayudas para afrontar la crisis.
Cooperativas, empresarios agrícolas y Denominaciones de Origen han expresado su preocupación por la seguridad de los temporeros y han preparado una serie de protocolos y medidas sanitarias, como la toma de temperaturas o el reparto de equipos de protección individual, como se lleva haciendo en Lleida en los últimos meses, desde que comenzó la campaña de la fruta de hueso en los municipios del Baix Segre.
