EMPRESAS AGROALIMENTARIAS
Vall Companys ha comprado las instalaciones de Copalme en Almenar
Fabricará piensos tradicionales pero baraja producir alimentos ecológicos para animales|| La operación se ha cerrado con el banco que ejecutó la hipoteca
Vall Companys ha adquirido las instalaciones de Copalme de Almenar para poder reforzar su unidad de producción de alimentos para animales, teniendo en cuenta el importante volumen de granjas integradas que la compañía tiene en la que será su área de influencia, tanto en Lleida como en Huesca. El grupo agroalimentario no sólo ha adquirido las instalaciones, sino también unos terrenos adyacentes, para que este proyecto pueda seguir creciendo de cara los próximos años, según explicó ayer a SEGRE.
Actualmente se están realizando trabajos de acondicionamiento y puesta a punto de las instalaciones, para poder poner en marcha tan pronto como sea posible. De momento, la planta se dedicará a la producción de pienso y se está estudiando la posibilidad, si los volúmenes y el acondicionamiento lo permite, de elaborar alimento para animales ecológico. A día de hoy, el Grupo tiene un plan de producción que prevé un crecimiento en esta categoría del sector porcino con granjeros dedicados a la crianza de cerdo ecológico e instalaciones y salas de despiece certificadas.
Suspendió pagos en 2008 con unas deudas de 33 millones y atrapó a un millar de ahorradores
La alcaldesa de Almenar, Teresa Malla, afirmó que esta es una operación empresarial muy importante para la población por diferentes razones. Por una parte, las propias empresariales y económicas, pero también como servicio a una zona de gran densidad agroganadera. Por otra, considera que puede suponer creación de empleo a largo plazo, teniendo en cuenta que de momento garantiza el mantenimiento de los tres trabajadores. Asimismo confía en que sirva de impulso para el polígono industrial en el que trabaja Almenar y también para la compañía eléctrica local, que prevé suministrar de energía a la fábrica.
Copalme suspendió pagos a comienzos del año 2008 declarando un pasivo de 33 millones de euros. Un millar de ahorradores vieron como su dinero, alrededor de 7 millones de euros, quedaban “congelados” en sus cuentas de la sección de crédito. Fueron necesarios prácticamente dos años para llegar a un convenio de acreedores, que supuso que cobraran entonces el 50% de su dinero, mientras que el pago de la otra mitad se preveía al cabo de diez años. Sin embargo, no llegaron a cobrar ningún pago adicional, se lamentaron ayer algunos pequeños ahorradores que tenían sus fondos en la sección de crédito.
La operación cerrada ahora ha sido entre Vall Companys y el banco que ha ejecutado una hipoteca impagada.