AGRICULTURA SANIDAD
El Govern apuesta por los cribados de Covid en la campaña de la fruta
Recuerda la disponibilidad limitada de vacunas y los colectivos de riesgo muy alto o alto que se están priorizando || Advierte que la inoculación no es obligatoria
El delegado del Govern de la Generalitat en Lleida, Ramon Farré, defiende insistir en los cribados de coronavirus para el personal que interviene en la campaña de la fruta, tanto en el campo como en las cooperativas y las diferentes empresas implicadas en favor de su correcto desarrollo y evitar la posibilidad de transmisión de la Covid-19. Las organizaciones agrarias, al igual que ayuntamientos y patronales, apuestan por la vacunación del personal temporero como una fórmula a aplicar en la campaña, defienden que no se pueden repetir los errores del verano pasado y que Lleida no puede soportar un nuevo cierre de su economía, al tiempo que tampoco se puede desprestigiar al territorio.
Farré dijo que está claro que cuanto más población esté vacunada será mejor para la campaña, pero recordó las incertidumbres que planean en la actualidad sobre proceso, desde la disponibilidad de dosis a los períodos de su aplicación. En esta línea, incidió en que hoy por hoy los fármacos con los que cuenta el sistema se están dirigiendo a colectivos de riesgo alto y muy alto, así como servicios esenciales (ver más información en la página 3). Con todo, dijo que habrá que ir analizando a lo largo del proceso la disponibilidad y ver qué se puede hacer en los próximos meses. Insistió en apostar por los cribados del personal de campaña en el sector frutícola, en un proceso con la colaboración de los agentes implicados, desde las organizaciones agrarias a los ayuntamientos pasando por cooperativas y empresas.
El mundo económico y local se ha unido para pedir un plan de vacunación para temporeros
Apuntó que el personal temporero pertenece mayoritariamente a grupos de edad joven, que si bien pueden contagiarse como el resto de la población, sí suelen tender a presentar menos probabilidades de que se complique su situación tanto en hospitalizaciones como en ingresos en unidades de cuidados intensivos.
El delegado de la Generalitat también quiso recordar que la vacunación en el Estado no es obligatoria. Asimismo, que se trata de un proceso que necesita de un período largo para que la persona inoculada adquiera la inmunidad. De hecho, los fármacos disponibles y que se están utilizando en estos momentos requieren de dos dosis con un intervalo entre sus aplicaciones de varias semanas. Por ejemplo, las de Pfizer y BioNTech se recomienda que se usen con 21 días de diferencia entre aplicaciones, mientras que la de Moderna se debe administrar con al menos 28 días y la de AstraZeneca, con un mes.