Agricultores afectados por Filomena cortan la C-12 en Flix y exigen ayudas

Cerca de un centenar de afectados por las nevadas del temporal Filomena en el Segrià y Les Garrigues cortaron ayer por la tarde la carretera C-12 en Flix ante la falta de ayudas directas para paliar los importantes daños en los olivos y anunciaron nuevas protestas para el próximo domingo. Durante una hora y media, los manifestantes bloquearon la carretera con una quincena de tractores e hicieron cortes intermitentes de unos veinte minutos, lo que provocó retenciones en ambos sentidos.

Convocados por los sindicatos Asaja y JARC y el ayuntamiento de Bovera, los afectados congregados blandieron pancartas con lemas como “estamos abandonados” para exigir a Agricultura una línea de ayudas directas y una compensación económica por las pérdidas en la producción. También hubo pancartas contra el director general de Desarrollo Rural, Oriol Anson.

“Cuesta creer que la Generalitat puede destinar una cantidad ingente de dinero para la ampliación de la línea del Metro de Barcelona y que, cuando se trata del sector agrario, sea tan difícil ofrecer ayudas para paliar daños tan importantes como los ocasionados por Filomena”, denunció ayer el presidente de Asaja de Lleida, Pere Roqué, que puso el acento en la “despreocupación” del Govern por la Catalunya rural y pidió que se especifique el dinero presupuestado para paliar pérdidas. “Los agricultores siempre somos los olvidados de la administración y, si no ponen remedio a esta situación, corremos el riesgo de tener una gran despoblamiento”, dijo Roqué.

Por su parte, el alcalde de Bovera, Òscar Acera, solicitó unas primeras ayudas directas, así como una prestación que cubra las pérdidas del sector en los próximos tres o cuatro años ante la falta de producción. Aunque el 2 de marzo está programada una Mesa Sectorial Agraria en la que se planteará esta problemática, los organizadores ya confirmaron ayer un nuevo corte de carretera para el próximo domingo.

La borrasca Filomena del pasado 9 de enero afectó a 34.600 hectáreas de olivos en Lleida y, según apuntó ayer el presidente de Asaja, se han contabilizado 500 agricultores afectados, “aunque seguramente sean más de mil”. .