FEMINISMO LITERATURA
Payesía en igualdad de condiciones
La agricultora de Sanaüja Maria Casoliva asegura que las mujeres, y concretamente las que trabajan la tierra, tienen todavía mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad de género. Casoliva participó ayer en Guissona en la presentación del libro Terra de dones pageses de Catalunya puesto que es una de las mujeres entrevistadas por la autora, Laura Sala.
En el volumen, que analiza y profundiza en el trabajo en el campo de ocho mujeres emprendedoras de diferentes generaciones, también aparecen Judit Sogas, que cultiva vino ecológico en Rubió de Baix, en la Noguera; y Marta Borràs, al frente de una granja de cerdos ecológicos que ella misma comercializa en el Solsonès. Para Casoliva el machismo está muy presente en cuestiones esenciales como la desigualdad salarial, los trabajos precarios, los contratos temporales o la consecución de cargos “y en el sector agrario la situación es aun más grave”.
Apunta que “es habitual ver a mujeres que son médicos, en el sector turístico o en el cuidado de los mayores, pero en el sector agrario no es así. Desde pequeña te enseñan que el relevo en los campos es para el niño, el comentario no se hace nunca cuando nace una niña”.
También que “hay muchas mujeres trabajando en el campo pero no cobran lo mismo”. Manifiesta que todo esto lleva a que las mujeres entren en la agricultura en cuentagotas, “es un mundo muy cerrado”.
Por contra, el nacimiento de entidades como la asociación de mujeres rurales permite avanzar. “Tenemos muchas sinergias, nos ayudamos y buscamos juntas soluciones a nuestros problemas”.