Pere Roqué, presidente de Asaja Lleida: «Urge un plan específico para la Catalunya rural»
¿Por qué son importantes las elecciones agrarias?
Establecen un criterio de representatividad de las organizaciones agrarias y la opción de participar en ciertos órganos. Es importante participar porque estos cinco años sin Asaja han sido totalmente negativos para el sector. ¿Y por qué elegir Asaja y no otra de las opciones que tiene el profesional en las elecciones? Porque en los últimos cinco años hemos sido los únicos que hemos estado en la calle reivindicando y poniendo de manifiesto la necesidad de soluciones a los problemas del campo. Hablo desde las consecuencias de la tormenta Filomena o la Dana, a la crisis de precios o la Política Agraria Común, que se puede cargar el 40 por ciento del sector vacuno de la provincia de Lleida. Asaja siempre ha estado ahí.
¿Cuáles son las demandas claves hoy de Asaja?
Son muchas y diferentes. La regulación de los mercados con la urgencia de unos precios justos para agricultores y ganaderos, es una de ellos, pero también la necesidad de una administraCertifición ágil, que la fruta entre en el primer pilar de ayudas de la Política Agraria Común (PAC) y que se paralice una convergencia que, como he dicho, pone en peligro a cuatro de cada diez granjas de vacuno. Hay también otras demandas fundamentales, como el control efectivo de la fauna salvaje. Es clave para el futuro la incorporación de jóvenes, con un plan específico de apoyo a la Catalunya rural. Hay poblaciones como Isil, que no es que sueñen con el 5 G, es que no tienen ni 1G. Basta ya decriminalizar a los agricultores, al sector frutícola por la gestión de la campaña. Sí o sí, es fundamental la vacunación contra la Covid tanto para agricultores como para trabajadores fijos y fijos discontinuos del sector frutícola en el campo y las centrales y los temporeros.
Habla de un plan de apoyo a la Catalunya rural. Póngame un ejemplo de qué debería incluir.
Nuestra propuesta es que debe existir un plan serio para la Catalunya vaciada, para evitar la despoblación. No puede ser que cuando hay problemas como los de la Dana o el desastre de la tormenta Filomena se anuncien unas ayudas insuficientes y que, además, en el mejor de los casos se cobran al de un año. Esta situación se traduce en que la gente se va de los municipios rurales. Por ello, por ejemplo, es urgente un plan de recuperación del sector del aceite dañado por Filomena.
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