GANADERÍA ESTUDIO
Solo el 1% del agua necesaria para producir cerdo se usa en las granjas
Del total de entre 3.000 y 5.000 que requiere, el grueso se debe a la agricultura
Producir un kilo de carne de cerdo requiere de entre 3.000 y 5.000 litros de agua, una cifra que varía en función de la tecnificación y la intensificación del sistema productivo. Sin embargo, solo un 1% del agua (entre 11 y 12 litros) se utiliza de forma directa en una granja para que beban los animales, limpiarlos y refrigerarlos, mientras que el 99% restante se utiliza en la agricultura para producir las materias primas que luego consumen los animales y también los humanos.
Así lo explicó ayer el catedrático de la Escuela Universitaria de la Universidad de Lleida (UdL) e investigador del Centro de Estudios Porcinos (CEP) de Torrelameu, Daniel Babot, tras recordar que el sector porcino ha reducido en treinta años un 30% el consumo de agua, como publicó SEGRE el pasado mes de enero. El CEP lleva investigando cómo reducir el consumo de agua a las granjas con mejoras y sistemas tecnológicos que optimizan el uso de este recurso, explicó Babot, acompañado por el presidente de la Diputación de Lleida, Joan Talarn, al presentar el estudio sobre la producción sostenible inteligente en la cabaña porcina, llevado a cabo en el Centro de Estadios.
Forma parte del programa de investigación científica en el ámbito de la salud que se desarrolla en la demarcación de Lleida y que cuenta con el apoyo del Área de Salud de la Diputación de Lleida. En este sentido, Talarn destacó que el objetivo de la investigación es buscar, innovar y desarrollar técnicas de alimentación animal, de producción y de manejo que optimicen el consumo de los recursos y reduzcan el impacto ambiental en origen.
Al margen de la huella hídirca, el sector porcino genera un 16% del total de emisiones de amoníaco a la atmósfera. En una década se ha reducido en un 47%, según los datos de la interprofesional del porcino Interporc y publicados por este diario. Esta reducción ha sido posible gracias a estudios como los que lleva a cabo el CEP de Torrelameu. Babot dijo que las emisiones de amoníaco se pueden reducir hasta un 26% con el uso de nuevas tecnologías como sensores que permiten cuantificar con precisión y contribuir a reducirlo.
Bajo la coordinación de la Diputación, el estudio ha sido liderado por el Centro de Torrelameu, con el proyecto ‘Porcino-Tecnológico’, que estudia la innovación tecnológica.