AGRICULTURA RECURSOS
Afrucat calcula 370 millones para modernizar la fruticultura catalana
Dentro del proyecto Next Fruit Generation con fondos de la UE || Para energías renovables, digitalización, productividad, resiliencia y contra el cambio climático
Afrucat ha cifrado en 370 millones de euros el coste para desarrollar las inversiones prioritarias que debe emprender las empresas del sector frutícola catalán los próximos 5 años si quiere ser competitivo, eficiente, resiliente y asegurarse el liderazgo, según explicó el director de la patronal frutícola catalana, Manel Simón.
Agrupó estas líneas de inversión y las integró en un proyecto llamado Next Fruit Generation, con el objetivo de alinear estas necesidades futuras de la fruticultura de cara a captar fondos europeos para la recuperación económica Next Generation.
De todas las partidas, la mayor corresponde a la de productividad, mejorando los eslabones de la cadena
En este sentido, Afrucat ha estructurado este tipo de inversiones necesarias en 6 pilares que pasan por las energías renovables, la digitalización, la productividad, la resiliencia, la integración social y el cambio climático.
En el ámbito de las energías renovables, se quiere conseguir la autonomía energética del sector a través de una mancomunidad energética de empresas frutales interconectada que invierta en energía fotovoltaica.
En cuanto a la digitalización, se pretende integrar toda la cadena (central, campo, tienda) mediante la tecnología Big Data en un monitor único online y ontime, el denominado FruitMonitor, que permita tomar decisiones ágiles y documentadas.
En materia de productividad, Afrucat destaca la necesidad de mejorar la eficiencia en todos los eslabones de la cadena mediante la robotización de ciertos procesos y la propia automatización de la cosecha, así como la poda, el aclareo del campo y la confección automática en las centrales frutícolas.
Para la resiliencia, se quiere asegurar la producción más allá de las inclemencias climáticas potenciando la implantación global de redes antipedrisco y sistemas antihelada.
En la integración social, se quiere luchar contra la exclusión de trabajadores con la creación de nuevas viviendas y la implantación del plan de detección contra el acoso.
Por último, sobre el cambio climático, se quiere hacer una adaptación con el desarrollo de nuevas variedades que sean productivas y competitivas en las futuras condiciones climáticas.
De todas, la mayor partida corresponde a la productividad con un 38%, seguida del cambio climático con el 26%, de las energías renovables y de la resiliencia con un 19% cada una, de la digitalización con un 6% y finalmente de la integración social con un 3%.