UP confía en que el precio de la fruta mejore ante la baja cosecha

Unió de Pagesos confía para esta campaña en una mejora del precio en origen de la fruta de hueso. Este hecho permitirá, según el sindicato, compensar la caída de ingresos debido a la cantidad menor de kilos que se producirán, ya que las adversidades climáticas han afectado también el resto de zonas productoras del Estado y de Europa. Diferentes fuentes oficiales, hablan de una caída de producción en el conjunto del continente de entre un 30% y un 40% respecto a la media de los últimos cinco años, y de entre un 15% y un 20% en relación con la cosecha de 2020, que ya fue corta. En Lleida la oferta baja un 11% frente al pasado verano y un 34% en el promedio de 5 años

La cereza mejora la producción respecto a la campaña anterior aunque, según UP, se situará entre un 20 y un 30% por debajo de lo que sería una cosecha media, debido a las lluvias primaverales y de las heladas.

En cuanto al melocotón, nectarina y albaricoque, la producción se reducirá respecto al 2020, que también fue corta comparada con la media de los últimos cinco años por las heladas de marzo y abril, sobre todo en las zonas productoras más importantes del llano de Lleida, donde el sindicato espera una caída del 40% de albaricoque y melocotón y nectarina respecto a un año normal. El Segrià, principal productora de albaricoque de Lleida, fue el más afectado, con pérdidas de cerca del 70% en este cultivo.

UP considera que la pérdida de fruta en los árboles implicará una mejora de su calidad, y recomienda a los consumidores aprovechar esta situación para consumir “una fruta excelente de temporada y de proximidad”, así como para apoyar a los productores catalanes de fruta dulce. Asimismo, pide a las empresas del sector catalanas que defiendan unos precios en origen “en coherencia con la oferta” y que “permitan compensar la pérdida de producción que han sufrido los fruticultores por las lluvias y heladas esta campaña”.

Por otra parte, UP alertó de la situación que vive los payeses mayores del mundo rural por “diferentes tipos de desigualdades” que “implican un aumento de la discriminación hacia el colectivo y que puede llegar a suponer un maltrato comunitario”.