POLÍTICA POLÉMICA
La ganadería solo representa el 7,8% de las emisiones de gases de efecto invernadero
No llega ni a la tercera parte del transporte o la cuarta de la industria || Réplica del sector productor a las acusaciones del ministro Garzón, que aduce razones medioambientales para comer menos carne
Imagen de archivo de productos cárnicos en un supermercado.
La producción ganadera de carne representa únicamente el 7,8% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en España.
Por el contrario, el transporte supone el 27% de esas emisiones, seguido por la industria con un 19,9%, la generación de electricidad (17,8%), el consumo de combustibles (8,5%) o los procesos industriales y uso de otros productos (8%). Así consta en la misiva que han enviado diferentes organizaciones de sectores ganaderos al ministro de Consumo, Alberto Garzón, después de que este haya aludido a la salud y razones medioambientales para pedir una reducción del consumo de carne.
Provacuno, Interporc, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici), Avianza, Intercun e Interovic recuerdan estos datos que provienen del propio Gobierno, en concreto del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Las organizaciones ganaderas destacan que es una actividad clave para el futuro de los pueblos
Aún con todo, el sector se responsabiliza de las emisiones y está trabajando para reducir su huella ecológica a través de fuertes inversiones en tecnologías medioambientales.
Las organizaciones profesionales añaden que la afirmación de que su actividad “quita el agua a los pueblos, no crea casi efectos de trabajo y tiene un efecto contaminante brutal”, son falsas. A este respecto, precisan que el 90 por ciento del agua que requiere producir un kilo de carne es agua procedente de la lluvia.
En cuanto a la creación de empleo, han reivindicado que la ganadería genera empleo en medio millón de explotaciones y, las industrias cárnicas y el comercio minorista, cerca de 200.000 empleados.
También han declarado estar comprometidos en la lucha contra la despoblación, pues más de la mitad de su actividad contribuye a generar riqueza, cohesión territorial y empleo, principalmente en municipios de menos de 5.000 habitantes.
Además, como ya fue presentado al propio ministerio de Consumo, el conjunto de la cadena adquirió ya el año pasado compromisos medioambientales para finales de 2023, en los que está trabajando.
Entre sus objetivos están reducir su huella de carbono y las emisiones en un 15 por ciento en el sector ganadero y en un 30% la industria cárnica, reducir un 25% los plásticos de un solo uso, asegurar que la energía procedente de fuentes renovables representen el 70 por ciento del total.
División entre los ministros de la coalición en Moncloa
La campaña del ministro Alberto Garzón pidiendo un menor consumo de carne ha provocado división en el Gobierno. La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, salió ayer en defensa del titular de Consumo y espera que las altas temperaturas que se registrarán en zonas de España durante el fin de semana ayuden a entender la importancia de luchar contra el cambio climático.
Después de que Pedro Sánchez calificara de imbatible un chuletón en su punto, la titular de Igualdad, Irene Montero, se refirió a comentarios en Twitter al respecto y dijo: “Yo voy con Garzón así que un salmorejo y unas berenjenas a la brasa”.
Ministros socialistas como los de Interior y de Justicia, Fernando Grande-Marlaska y Juan Carlos Campo, respectivamente, dijeron que “es articulable la priorización del sector primario con una dieta saludable”.
La de Industria, Reyes Maroto, criticó las declaraciones de Garzón, y defendió que “las campañas tienen que ser en positivo”.
