GANADERÍA MERCADOS
El sector vacuno teme que la UE fuerce recortes de cabaña
Con su estrategia “De la Granja a la Mesa”, que reduciría hasta un 15% la producción || El precio se podría disparar un 24%
La Comisión Europea acaba de publicar el esperado informe sobre el impacto en el sector de la estrategia De la Granja en la Mesa (Farm to Fork), dentro de los objetivos del Pacto Verde europeo y lo que califica como estrategia alimentaria sostenible. La asociación de vacuno de carne Asoprovac alerta que en todos los posibles escenarios contemplados, el efecto de la aplicación de la estrategia Farm to Fork, con un recorte drástico del uso de insumos en agricultura y ganadería, hace prever una reducción sin precedentes tanto de la capacidad de producción de la Unión Europea como de los ingresos de agricultores y ganaderos europeos.
Del informe elaborado por el Joint Research Center, se desprende que la reducción de las emisiones agrícolas en Europa podría llegar al 28,4% por la aplicación del conjunto de estrategias previstas por la Comisión. Este hecho, según Asoprovac, sería consecuencia de la pérdida de producción agrícola y tendría como grave contrapartida los aumentos de emisiones en los terceros países para compensar esta bajada de productividad europea.
Asoprovac alerta que el sector cerealista también se vería perjudicado por el plan verde de Bruselas
Asoprovac afirma que las fechas y las formas en que ha sido publicado el informe evidencian una clara intención de que pase lo más desapercibido posible dado que todos los sectores productivos, y en especial la ganadería, salen maltrechos con descensos de producción de entre el 5% y el 15%.
El incremento medio de los costes de producción sería de los alrededores del 10%, con el impacto negativo para la mayoría de las rentas de agricultores y ganaderos. La carne de vacuno aumentaría de un 14 a un 24% el precio por la reducción de la cabaña, y las importaciones no compensarían la caída de oferta de la UE.
Apunta que la disminución de oferta interna prevista del 16% llevaría a la disminución de la demanda, y viceversa, empeorando el acceso económico del consumidor en la carne de ternera. El sector de los cereales sufriría una reducción de renta, ya que el incremento del 8,2% de precios al productor no compensaría la caída del 11% del rendimiento.