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AGRICULTURA ANÁLISIS

El sector frutícola aún no ha encontrado un sustituto para el mercado ruso, 7 años cerrado

Las empresas y cooperativas de Lleida han recolocado en la Unión Europa el grueso de la producción que se destinaba a Rusia || Antes del cierre de fronteras representaba cerca de 39.500 toneladas

Imagen de trabajos de recogida de paraguayos en una finca de Aitona el pasado mes de julio.

Imagen de trabajos de recogida de paraguayos en una finca de Aitona el pasado mes de julio.ACN

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El sector frutícola de Lleida acaba de cumplir siete años de cierre de fronteras de Rusia a sus productos y aún no ha conseguido un mercado alternativo que por sí solo pueda cubrir el vacío que dejó en las cuentas de las cooperativas y empresas locales.

Conquistar un país puede costar, si todo va bien, del orden de una década de trabajo hasta que se pueden considerar que las exportaciones están consolidadas. El cierre de fronteras a los productos alimentarios europeos fue la consecuencia de vetos cruzados con la Unión Europea por razones bien alejadas del campo.

Bruselas respondió a la intervención del Kremlin en Ucrania con sanciones económicas y la réplica de Vladímir Putin fue la de impedir que a la mesa de los rusos llegaran buena parte de alimentos comunitarios.

De la noche a la mañana, Lleida perdió un mercado valorado entonces en 56 millones de euros para el sector frutícola y otros 17,5 para el oleícola, por poner dos ejemplos. La consecuencia inmediata fue un derrumbe de los precios y la advertencia de que se tendría que quedar fruta en los árboles porque las cámaras se llenaron melocotones, nectarinas y paraguayos que debían haber viajado hacia tierras rusas y que no encontraban comprador.

Las medidas de apoyo de la UE quedaron a años luz de las necesidades del sector de Lleida. Las empresas tenían en Rusia el primer mercado extracomunitario y hoy, siete años después el veto sigue activo, al menos hasta final de año según la última ampliación decretada por Moscú, y no ha encontrado otro país tercero sustituto, como explica la patronal Fepex, de la que forma parte Afrucat.

Los datos de la secretaría de Estado de Comercio sitúan en 380 millones de euros las exportaciones leridanas de fruta en 2013, el último año con el mercado ruso. De ellos, 275 correspondieron a ventas en el seno de la Unión Europea y 138 millones viajaron fuera del club comunitario. El año pasado, el valor de las exportaciones alcanzó los 413 millones, con 364 comercializados en miembros del club de los 27 y apenas 49 salieron de la UE, según la información pública de Datacomex.

En el balance estatal, en 2013 la exportación española directa de frutas y hortalizas españolas a Rusia se situó en 230.729 toneladas, abarcando una amplia gama de productos, pero el volumen real se consideraba muy superior dado el fuerte peso de las reexportaciones desde otros Estados miembros, como Francia, Países Bajos y Polonia. De las exportaciones directas 161.356 toneladas correspondieron a frutas, destacando las 35.250 toneladas de melocotón y 29.525 toneladas de nectarina. En el caso de Lleida, fueron 20.885 toneladas de melocotones, el 59% del total, y 18.603 de nectarinas, el 63%.

Un verano atípico marcado de nuevo por la pandemia

La pandemia ha trastocado prácticamente todos los ámbitos y el mercado de la fruta no es ajeno. De hecho, vive un nuevo verano atípico, según explica desde Mercabarna Susana Aspuro, responsable del mercado central de frutas. Explica que se está dejando la caída de los turistas extranjeros en los grandes polos de atracción, como puede ser la costa catalana o la ciudad de Barcelona.

El turismo estatal, por su parte, supone un cambio del número de consumidores de su lugar de residencia habitual a otras zonas, pero no significa un aumento del consumo interior.

De hecho, Aspuro afirma que se están produciendo situaciones nuevas e inéditas, como fruterías o tiendas pequeñas que estaban acostumbradas a trabajar todo el verano que en esta ocasión están colgando el cartel de cerrado por vacaciones al ver caer la demanda que podría considerarse normal.

En este contexto, apunta que las entradas de melocotones y nectarinas este año en Mercabarna, que cuenta con 442 puestos diferentes, se ha podido retraer en torno a un 15%. La única excepción se encuentra en el melocotón amarillo, con un cierto repunte.

La nectarina de pulpa amarilla es la que registra mejores precios en Mercabarna

Mercabarna ha depurado los datos de precios de la fruta de hueso y los que tendrán mejores resultados, a finales de julio, son la nectarina de pulpa amarilla, que cotizaba entonces a un promedio de 1,60 euros el kilo, frente a los 1,10 del melocotón rojo de pulpa amarilla y la nectarina de pulpa blanca.

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